sábado, 21 de julio de 2012

Jesé, Gerard, Óliver y los demás

Acaba de proclamarse España campeona de Europa sub 19 pocos días después de haberlo hecho en categoría absoluta. Lo consigue tras vencer por 1 a 0 a Grecia en un partido dominado por La Roja de cabo a rabo en el que solo la fuerte defensa helena y la buena actuación de su portero evitaron que se resolviera antes.

El fútbol español luce galones y muestra cantera con este título, antesala de unos Juegos Olímpicos en los que la sub 23 parte entre las favoritas al oro. Buenos mimbres tiene esta sub 19, con jugadores como el portero Kepa, Ramalho o Grimaldo en defensa, Campaña (mediocampista sevillista con experiencia en Primera), Suso (un algecireño en Anfield), el ariete valencianista Alcácer o el malaguista Juanmi (seguramente el que más minutos acumula en Liga BBVA de esta selección). Pero si tres nombres de este combinado destacan por ser diferentes en el campo son Jesé Rodríguez (del Real Madrid), Gerard Deulofeu (del F.C. Barcelona) y Óliver Torres (del Atlético de Madrid).

Para hacerse una idea del nivel de Óliver Torres basta con decir que recuerda en algunas cosas a Iniesta. Puede jugar como mediocentro, pero brilla más jugando por detrás de los delanteros. Es capaz de dibujar pases magníficos tirando de amplios residuos técnicos y de muy buena visión de juego. Es fiel continuador de la estirpe de centrocampistas que ha llevado a La Roja a la cima del fútbol mundial. Le gusta pedir el balón, no le quema en los pies, y es de esos futbolistas que mejoran la jugada cuando el balón pasa por sus pies. No le asusta finalizar la jugada, aunque podría asomarse un poco más al área como llegador de segunda línea, sobre todo si tiene extremos tan profundos como en esta selección sub 19.

Es una bendición para una selección tener un jugador como Deulofeu o Jesé, que te salgan dos y en la misma generación es para celebrarlo. Son dos atacantes de corte moderno, no son dos delanteros de área, aunque sabrían serlo. Son jugadores de mucha potencia pero con un manejo del balón y unos fundamentos técnicos inmejorables. Funcionan como extremos diagonales, ya que aunque arranquen mejor pegados a la banda tienen salida tanto por dentro como por fuera, posibilitando que puedan desbordar y centrar o penetrar y terminar la jugada. Son el tipo de jugador que puede complementar el juego de la selección española, ese toque al que se le criticó cierta falta de profundidad durante la pasada Eurocopa. Son jugadores que saben combinar y ofrecerse pero que en un momento dado pueden iniciar un eslálom y plantarse ante el portero rival.

Gerard Deulofeu es un jugador a contraestilo en la cantera del Barça, más acostumbrada a los centrocampistas de toque, es una joya en potencia al que se ha ido tratando con mucho cuidado para que su carácter algo soberbio e individualista no estropee el fantástico futuro que se le adivina. En La Masia le han comparado a veces en carácter a Cristiano Ronaldo, si bien ese punto chulesco seguramente le ayude a ser atrevido en su juego, el salto definitivo a Primera exige que la cabeza esté bien sentada, sobre todo cuando tantos ojos y tantas esperanzas están puestas en él.

En cuanto a Jesé Rodríguez, es un jugador tan brillante como Deulofeu pero seguramente un poquito más completo, no tan ceñido a la banda en su juego y con más gol, aunque un poquito menos dotado para el desborde. Al subir el Castilla a Segunda, podrá ir fogueandose en un fútbol de mayor nivel, si bien lo que todo el madridismo espera es su salto definitivo a la Primera División con el que enmendar esa cierta sensación que hay en el club merengue de falta de continuidad en el paso de los canteranos al equipo profesional. Ojo con esa presión simbólica para un chico tan joven, aunque dicen que maduró de golpe cuando fue sancionado hace un par de años con 19 partidos por agredir a un árbitro.

Tres chicos con maneras de estrella, con futuro cercano en la primera línea del fútbol a los que solo les queda un paso, el más difícil, el paso a la primera línea de fuego, además en equipos complicados: Óliver en el Atlético, siempre necesitado de buscar banderines de enganche a los que asirse para reivindicar su grandeza herida; Jesé en el Real Madrid, necesitados de una estrella de cantera; Gerard Deulofeu en el F.C. Barcelona, donde apunta a ser la próxima perla que no desmerezca a la maravillosa hornada previa. Además, en el caso de Jesé y Gerard simbolizarán la eterna rivalidad Real Madrid - F.C. Barcelona. Es de esperar que les vaya bien y que la selección les disfrute. Esta nueva ola ilusiona.

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