lunes, 22 de julio de 2013

Los 100 millones de euros de España Sub 21

Thiago Alcántara, jugando con el Bayern
En estos tiempos de control económico y operaciones creativas en el mundo del fútbol se da la curiosa circunstancia de que entre tres jugadores de la Selección Española Sub 21 han conseguido poner en el mercado casi 100 millones de euros por sus traspasos, convirtiéndose en tres de los fichajes más caros de lo que va de verano. Dieron gran nivel al ganar el Europeo de su categoría y son jugadores de calidad contrastada. Son Illarramendi, Isco y Thiago.

El caso de Thiago Alcántara es el más curioso y extraño de los tres. Este futbolista de 22 años, nació en San Pietro Vernotico (Italia), tiene nacionalidad brasileña pero se crió futbolísticamente en España, con cuya Selección decidió jugar. Tal vez esa experiencia personal tan ajetreada le haya hecho estar menos dispuesto a permanecer atado al club donde se dio a conocer, a pesar de ser un equipo grande como el Barça.

A Thiago, hijo del gran centrocampista brasileño Mazinho, se le acabó la paciencia, se hartó de estar a la sombra del trío Busquets - Xavi - Iniesta y decidió irse a torear a otra plaza difícil, el Bayern Munich, donde el nivel de la plantilla no le garantiza ser titular indiscutible, pero la presencia de su mentor, Pep Guardiola, sí le da confianza para dar el paso.

Cierto descontrol en el club con una cláusula de su contrato, que hacía que el precio de su rescisión se quedara en 18 millones de euros en lugar de 90 millones si no jugaba un mínimo de minutos, le abrió la puerta para que este trotamundos emprendiera la aventura alemana. Finalmente acordaron un precio de unos 25 millones que dejó satisfechas a las tres partes. El Barça consiguió algo más que los 18 de la cláusula de rescisión, el Bayern se lleva a un jugador con muchísimo futuro y cumple con una petición expresa de su entrenador y Thiago jugará donde quería y sale algo desengañado de Can Barça.

Isco en su presentación con el Real Madrid
La impresionante progresión de Isco, pese a su juventud, le ha llevado a probar ya en Valencia, Málaga y Real Madrid. El malagueño de Benalmádena, con solo 21 años, se ha convertido en un refuerzo más que ilusionante para los de Florentino Pérez. Fue uno de los elegidos por el Málaga del jeque cuando éste decidió sacar la chequera, dejando 6 millones de euros en Valencia por su compra a pesar de ser un jugador que apenas había jugado cuatro partidos con el primer equipo. Pero es que, excepto los técnicos del club de Mestalla, cualquiera podía ver que ese chico tenía algo especial.

Tras dos años de éxitos y responsabilidad creciente en el club de su tierra, la necesidad económica de los malagueños le puso este verano en el escaparate. Cuando todo apuntaba a que acompañaría a Pellegrini en el Manchester City, el Real Madrid se interpuso. Tal vez tras ver su gran actuación en la Eurocopa Sub 21 terminaron de decidirse a poner encima de la mesa los 30 millones de euros que costaba su fichaje. Casi una ganga teniendo en cuenta las maneras que demuestra y el futuro que se le apunta.

El único lunar de su fichaje lo pusieron los rumores de sus supuestas simpatías hacia el F.C. Barcelona. Parece ser que existen fotos de Isco cuando era más joven vistiendo la camiseta del Barça, tiene un perro que se llama Messi o hizo unas declaraciones cuando jugaba en Valencia diciendo que era un poco antimadridista porque le parecía un club prepotente. Esas filias o fobias de juventud no parece que deban influir en alguien que ya es todo un profesional que ha aceptado una propuesta deportiva de lo más interesante que hay en el panorama mundial y que luchará por defender esa camiseta, aunque no parecerá creíble si alguna vez dice aquello de yo soy del Madrid desde pequeño. Su impresionante clase acallará esas dudas.

Illarramendi, el español más caro de la historia merengue
Asier Illarramendi es seguramente el menos contrastado de los tres, pero también el más caro. El guipuzcoano de Motrico, a sus 23 años, se ha convertido en el jugador español más caro de la historia del Real Madrid y el sexto en esta curiosa clasificación si contamos con los extranjeros. Su precio de 39 millones de euros solo es superado en Chamartín por Cristiano Ronaldo, Zidane, Kaká, Figo y Ronaldo. Cuando Ancelotti le eligió para el centro del campo del Real Madrid, vio que ese tren solo pasa una vez, pero la Real Sociedad no estaba dispuesta a dejarle salir a cualquier precio. Florentino estimó que era mejor cerrar el fichaje por la vía rápida y cerraron un precio que, siendo elevado para la categoría presente del jugador, impedía que el club viviera a expensas de una negociación larga y le daba a su nuevo entrenador la pieza que echaba en falta. La liquidez del Real Madrid permite estos dispendios.

El estilo de juego de la Real Sociedad de Montanier hizo que Illarra consiguiera brillar durante la temporada como eje versátil del mediocampo. Su consagración, en la Selección Española Sub 21, demostrando liderazgo y calidad a pesar de estar rodeado de muy buenos jugadores. En pocos meses pasó de ser un jugador en progresión pero poco conocido para el gran público, a ser uno de los fichajes más caros de la historia del Real Madrid. Su gran enemigo, como por ejemplo pasó la temporada anterior con Modric, puede ser el precio.

En principio, parece el sucesor natural de Xabi Alonso. El tolosarra bajó su nivel la temporada pasada por sus problemas físicos y el fichaje de Illarramendi parece un seguro a la hora de cubrir sus ausencias o momentos de bajo rendimiento, o simplemente para darle descanso. Si no sufre la presión del precio, de jugar rodeado de grandes estrellas o del miedo escénico del Bernabéu. Asier Illarramendi tiene ritmo y criterio suficiente para liderar la zona de creación merengue.

En definitiva, un trío de jóvenes cracks por los que grandes equipos han apostado este verano como piezas suficientemente importantes para dejarse un río de millones de euros. Habrá que estar atentos a su progresión, ellos han formado parte de la Sub 21 campeona de Europa y parecen parte del futuro de la Selección Absoluta.

lunes, 8 de julio de 2013

Llorente y el orgullo de Urrutia

Llorente ya no es el Rey León de San Mamés
Recientemente ha sido presentado Fernando Llorente con la Juventus de Turín. Un buen paso en la carrera del riojano que deberá ayudarle a remontar tras un año complicadísimo y una salida del Athletic de Bilbao cargada de polémica y opiniones encontradas. Dado el potencial del jugador imagino que hará buen papel, aunque el puesto es exigente, volviendo a su buen nivel. Mientras en Bilbao se han quedado sin el jugador y sin el dinero de su traspaso, pero con el orgullo del presidente intacto ¿verdaderamente ha sido provechoso este culebrón para el equipo vasco?

En el verano de 2012 se empezó a hablar seriamente de la posible salida del llamado Rey León, el entonces hombre - franquicia del Athletic de Bilbao Fernando Llorente. Por entonces, y tras una buena temporada del club, se rumoreaban ofertas de alrededor de 20 millones de euros por el jugador, al que le quedaba un año de contrato.

Josu Urrutia, el presidente de los rojiblancos, inició el proceso de renovación de su estrella con unas condiciones que parecían no convencer en absoluto al ariete. En vista del poco interés del jugador por renovar y en medio de incómodos dimes y diretes entre ambas partes que se reflejaron en la prensa, el presidente remitía a la cláusula de rescisión como única vía de salida tanto para el jugador como para el club que estuviera interesado en ficharle. Mientras el ambiente entre jugador, club y afición iba pudriéndose mientras se acercaba el inicio de la temporada.

Y así transcurrió el curso futbolístico, con Llorente casi sin jugar, cobrando sus 3 millones de euros netos y con el caso generando un turbio panorama que, sin duda, afectó al rendimiento del equipo de Bielsa. Las acusaciones cruzadas entre jugador y directiva sobre de quien era la culpa de la ruptura de las negociaciones no hicieron ningún bien a una institución tan grande.

Llorente y Urrutia en un acto del club
Eso sí, Urrutia dejo su orgullo intacto en este caso, no se apeó del caballo en ningún momento y consiguió no negociar la salida del jugador. Una vez entró en sus seis últimos meses de contrato, tal y como dictaminan las normas, el jugador pudo negociar directamente con la Juventus su fichaje. El Athletic no vio un euro, el jugador consiguió una ficha mayor de la que hubiera conseguido de haber tenido los italianos que pagar su fichaje y en la próxima temporada podrá intentar reencontrar su nivel competitivo en la Serie A y la Champions.

Llorente ha perdido un año en su carrera de futbolista y el cariño de gran parte de la hinchada bilbaína, que no dejó de pitarle en los casos minutos que disputó. El Athletic ha perdido los 20 millones que pudo haber percibido el verano pasado, los 3 que ha tenido que pagarle en concepto de ficha por una temporada casi en blanco, el rendimiento que el jugador podría haberle dado durante el curso pasado y ha roto su paz social, esa euforia que alcanzó tras llegar a dos finales. Para colmo ha tenido que ver como Llorente marcaba el último gol de su equipo en partido oficial en el antiguo San Mamés.

Francamente, el negocio de Urrutia me parece paupérrimo, aunque sé que mucha gente del Athletic apoya su gestión en este caso. Tampoco salió bien Javi Martínez, tras dejar 40 millones de euros en caja para marcharse a ganar la Champions al Bayern, ni Amorebieta, en un caso muy parecido al de Llorente. Me parece difícil de entender, a pesar de que el orgullo de Urrutia podría explicármelo.