miércoles, 26 de junio de 2013

El difícil reto de Guardiola

Guardiola en su era al frente del F.C. Barcelona
Cuando a finales de la temporada se hizo pública la relación de Pep Guardiola con el Bayern Múnich, los críticos del técnico de Santpedor se relamieron con un argumento claro: fue cobarde al salir del Barça en cuanto Mourinho le puso las cosas difíciles y es cobarde al escoger nuevo club porque se va a uno tan grande que le asegura triunfos. Claro está que una figura como Guardiola siempre va a encontrar por donde ser criticado, pero el reto del club bávaro, actual campeón de Champions, Bundesliga y Copa de Alemania, es de todo menos fácil.

El fútbol se mueve por resultados y objetivos, esto es claro. Cualquiera es capaz de opinar sobre la marcha de un equipo viendo poco más que los resultados en el periódico y, si acaso, un resumen con los goles de los partidos. Por eso llegar a un equipo que viene de ganarlo todo es un regalo envenenado. Pocos van a tomar en cuenta el trabajo que hagas si no vuelves a ganarlo todo.

En el caso de Guardiola, veo sincera esa imagen que despide de moverse por instinto, con un trasfondo de sentimentalismo que, seguramente, le llevó de la dirección técnica del Barça a un año sabático en Nueva York por agotamiento y falta de pasión por su trabajo, y que ahora le lleva a Múnich para disfrutar de un modelo de club (y, por extensión, de campeonato) que le interesa y le apetece probar.

Guardiola llora al ganar el sextete con el Barça
La comparación en su nueva etapa puede ser odiosa. En su primer año al frente del F.C. Barcelona consiguió algo nunca visto en la historia del fútbol mundial: levantar los seis títulos en juego. Llega a un club que acaba de ganar las tres competiciones que disputó y le toca sustituir a un hombre admirado y querido como es Jupp Heynckes. Será muy difícil superar la temporada que viene el rendimiento que el Bayern ha mostrado en la pasada, y resultará prácticamente imposible mejorar las marcas conseguidas con el Barça. Eso es algo que Pep llevará sobre sus hombros y que sus críticos le arrojarán a cada paso.

Lo que tiene ganada es la batalla de la imagen. Llegar a un club de tan vasta historia y éxitos tan recientes y ser recibido con esa ilusión no es fácil. Además, en su primera rueda de prensa cuidó los detalles, habló en un muy correcto alemán y regaló los oídos de su nueva afición adulando a su nueva casa. Incluso aceptó el reto de mejorar los maravillosos resultados de la temporada pasada con naturalidad. El club le está ayudando en este buen comienzo.

Cuando la pelota arranque a rodar veremos lo que da de sí el Bayern de Guardiola. Incluso aunque no le fuera bien, eso no borraría los mágicos años de fútbol espectacular del Barça. Aunque sean equipos muy diferentes, habrá que ver si el técnico es capaz de adaptar sus métodos a las cualidades de sus nuevos jugadores, que no han mamado los principios de la filosofía de juego blaugrana, pero la pasión con la que su nuevo entrenador les va a explicar lo que quiere de ellos y la gran calidad de la plantilla debe hacer que dicha adaptación no sea excesivamente compleja.

Tengo la impresión de que vamos a disfrutar viendo al Bayern Múnich de Guardiola, creo que no me equivocaré si apuesto a que estará luchando de nuevo por todos los títulos. Eso sí, pequeños detalles pueden marcar la diferencia entre ser o no ser campeón, que al final es lo que cuenta.

Guardiola en su presentación con el Bayern

miércoles, 19 de junio de 2013

Del Bosque y las dudas del 9

Sorprendió escuchar a Vicente del Bosque, en los días previos a la Copa Confederaciones que se está celebrando en Brasil, comentar tan abiertamente que ningún delantero centro de los que había ido llevando a la Selección le convencía totalmente. Si sorprendió fue por la extrañeza de verle hacer este tipo de declaraciones, no porque lo piense, que es algo que cualquiera que haya seguido el recorrido de La Roja en los últimos años ha podido deducir claramente.

Del Bosque viene contando desde que llegó principalmente con Villa, Torres, Llorente, Negredo y Soldado como arietes puros, pero sin embargo la opción más usada en los últimos tiempos ha sido Cesc Fábregas como jugador que ocupa esa posición teórica, pero sin las características ni funciones típicas del delantero centro puro, es lo que suele conocerse como falso nueve.

Esa idea del falso nueve es una solución táctica típica de equipos con alta posesión, movilidad entre líneas y larga maduración de la jugada. Elimina la referencia a los centrales, obligándoles a perseguir la sombra de ese falso nueve que desarrolla sus desplazamientos por el campo entre las líneas de defensa y centro del campo del rival, abriendo vías de agua para su propia llegada y la de sus compañeros.

Villa celebra un gol con la Selección
El juego combinativo de la Selección Española ahoga a un nueve típico. Villa, máximo goleador de la historia de La Roja, era titular indiscutible hasta que sus altibajos en el Barça y, sobre todo, la grave lesión que sufrió en 2012, le descabalgaron. Si es el delantero que Del Bosque más usó en su momento fue por su capacidad para jugar lejos del área, arrancar volcado desde banda izquierda y aprovechar los pases de los mediapuntas para probar su buen disparo.

Torres es un futbolista cuyo punto fuerte es la potencia y el débil la falta de precisión, esto le hace jugar a contraestilo en la Selección. Como acompañante de Villa fue oro puro para el asturiano, ya que le abría una cantidad de espacios y reclamaba tal atención de los defensas rivales con su despliegue físico que facilitaba mucho el acceso al gol por parte de su compañero. El del Chelsea siempre tuvo en el combinado español más valor por ese trabajo oscuro que por su promedio de goles, más bien discreto, ya que los contrarios suelen permitir pocos espacios libres donde El Niño pueda lucirse.

Llorente siempre fue percibido en La Roja como una solución de emergencia, una forma de desatascar partidos cerrados en los que el riojano hacía de faro hacia el que mandar balones. Su destreza para bajarlos y entregarlos a quien le venga de cara fueron útiles en partidos importantes. Pero nunca se le ha visto como un plan A por Del Bosque, no cuadra con el estilo inicial que propone el equipo. Es un caso parecido al de Navas en el medio del campo, son revulsivos útiles para cambiar la forma de jugar, pero no la opción principal de partida.

Negredo y Soldado han sido los dos últimos en llegar. Siendo dos arietes clásicos que tienen en el gol su valor y objetivo principal, existen grandes diferencias entre ellos. Mientras Negredo es más rematador y hombre de área, de bajar balones y rematar centros; Soldado es algo más parecido a lo que decíamos de Villa. Es un futbolista que vuelca mejor a las bandas, combina más con los centrocampistas y, además, es tan capaz como el sevillista de llegar al remate. De ahí que, de momento, se haya ganado el favor del míster salmantino.

Pedro está en racha goleadora con España
Es el debate del nueve, en una generación de futbolistas donde lo más brillante sin duda son los centrocampistas parece normal que se intente incluir en la alineación a la mayor cantidad posible de ellos. Eso no quiere decir que los delanteros que tenemos en España sean malos, ni mucho menos, pero la forma de jugar del equipo y el hecho de que, como mucho, juegue uno solo, les complica el desempeño. Además, el gol queda cubierto con la llegada de Pedro, Silva, Cesc o Iniesta, jugadores que sin ser delanteros puros, saben aparecer en posiciones de peligro.

Personalmente, echo de menos a Michu, sus características mixtas podrían dar valor a esta Selección, me parece extraño que Del Bosque aun no le haya dado alguna oportunidad ¿le llegará algún día?