domingo, 16 de diciembre de 2012

Justicia para los 96

Si paseas frente a la Catedral de Liverpool tal vez te llame la atención la inscripción de una sencilla losa frente a su puerta con la inscripción Hillsborough. 15 April 1989. You'll never walk alone. Si no sabes a que se refiere, acércate a Anfield y busca el local de la Hillsborough Justice Campaign, allí te explicarán como una serie de malas decisiones de las autoridades condujo a la muerte por aplastamiento a 96 aficionados reds en Sheffield.

Aquel 15 de Abril de 1989 se jugaba en el estadio de Hillsborough, en Sheffield, la semifinal de la FA Cup entre Liverpool y Nottingham Forest. Los controles policiales a los aficionados y las obras hicieron que el viaje fuera más largo de lo normal. Esto causó que muchos aficionados siguieran fuera del campo poco antes de la hora del partido. Para evitar disturbios en las calles, la policía decidió abrir las puertas en una decisión letal.

La masa de público se encaminó hacia el vomitorio principal, sin saber que podían tomar otras salidas a la grada. Dicho vomitorio desembocaba en una grada dividida por vallas en forma de jaulas creadas para controlar mejor a los aficionados violentos.

La marea de personas entrando a esa grada fue como el camino del ganado al matadero. La única escapatoria era trepar por un mar de cuerpos hacia el anfiteatro superior o por encima de la valla hacia el campo, deteniendo el partido en el minuto cinco. La psicosis causada por los actos de hooliganismo hizo que se tardara en abrir los accesos al terreno de juego.

La ausencia de suficiente asistencia médica deparó imágenes dantescas, cadáveres, personas tumbadas en el césped tratando de recuperar el resuello, aficionados cargando con heridos en improvisadas camillas. El gobierno Thatcher levantó una cortina de humo en la que la culpa parecía recaer en los espectadores, una injusticia que marcó a los aficionados de Liverpool, incluido su actual capitán, Gerrard, cuyo primo de 10 años falleció aquella tarde. Al menos se tomaron medidas para que la tragedia de Hillsborough nunca pudiera repetirse.

Solo en 2012, el gobierno de Cameron se disculpó en la Cámara de los Comunes y reconoció la responsabilidad de las autoridades. Se restituyó el honor de una afición dolida y vilipendiada. Los muertos por fin descansan en paz. Un lema cobró más sentido que nunca: Justice for the 96.

sábado, 1 de diciembre de 2012

13 años, 1 mes y 1 día


Querido lector ¿dónde estaba el 30 de Octubre de 1999? Entonces los periódicos hablaban de la guerra en Chechenia, del escándalo de las stock options de Telefónica, acababa de fallecer Rafael Alberti, el gobierno negociaba con ETA y Todo sobre mi madre de Almodóvar era elegida para representar al cine español en los Oscars. Desde entonces hemos tenido tres presidentes del gobierno, hemos cambiado la peseta por el Euro y hemos pasado de la incipiente época de bonanza económica a la consabida crisis actual ¿va usted haciendo memoria?

¿Y si les digo que el 30 de Octubre de 1999 fue la última vez que el Atlético de Madrid venció al Real Madrid? No solo han pasado más de 13 años, también 15 entrenadores por el banquillo rojiblanco y 12 por el madridista, incluso falleció Gil y le sustituyó Cerezo (mientras, por la Castellana han pasado 6 presidentes) y tan solo 9 de los jugadores que intervinieron siguen en activo (solo Casillas repite). Han sido 21 partidos ligueros con 6 empates y 15 victorias blancas. El Atlético incluso ha ido y vuelto de Segunda División y ha ganado 2 Europa League y 2 Supercopas de Europa; mientras el Real Madrid ha celebrado 5 Ligas, 1 Copa, 4 Supercopas de España, 2 Champions League, 1 Supercopa de Europa y 1 Intercontinental.

Pero esta vez hay algo diferente. El Atlético de Simeone está marcando los mejores números ligueros de su historia, el Real Madrid llega confuso, aunque dolido en su orgullo, lo que le hace peligroso. Los rojiblancos llegan con 8 puntos de ventaja sobre el vecino y con armas suficientes para suponer un dolor de cabeza a Mourinho. En estos 13 años los colchoneros nunca se habían presentado en un derbi con un equipo tan sólido y bien trabajado, características molestas para cualquier rival. Además, el hambre acumulada, la confianza que este grupo tiene en el trabajo que está realizando y la seguridad que le da la ventaja con la que llega le dejan en el momento ideal para revertir la historia.

El favorito en el Bernabéu y según los precedentes debe ser sin duda el Real Madrid, pero menos que en los últimos años. La sensación del colchonero no es la de ir al paredón, sino la de estar ante la oportunidad de cruzar la última frontera: volver a ganarle al Real Madrid.