domingo, 16 de diciembre de 2012

Justicia para los 96

Si paseas frente a la Catedral de Liverpool tal vez te llame la atención la inscripción de una sencilla losa frente a su puerta con la inscripción Hillsborough. 15 April 1989. You'll never walk alone. Si no sabes a que se refiere, acércate a Anfield y busca el local de la Hillsborough Justice Campaign, allí te explicarán como una serie de malas decisiones de las autoridades condujo a la muerte por aplastamiento a 96 aficionados reds en Sheffield.

Aquel 15 de Abril de 1989 se jugaba en el estadio de Hillsborough, en Sheffield, la semifinal de la FA Cup entre Liverpool y Nottingham Forest. Los controles policiales a los aficionados y las obras hicieron que el viaje fuera más largo de lo normal. Esto causó que muchos aficionados siguieran fuera del campo poco antes de la hora del partido. Para evitar disturbios en las calles, la policía decidió abrir las puertas en una decisión letal.

La masa de público se encaminó hacia el vomitorio principal, sin saber que podían tomar otras salidas a la grada. Dicho vomitorio desembocaba en una grada dividida por vallas en forma de jaulas creadas para controlar mejor a los aficionados violentos.

La marea de personas entrando a esa grada fue como el camino del ganado al matadero. La única escapatoria era trepar por un mar de cuerpos hacia el anfiteatro superior o por encima de la valla hacia el campo, deteniendo el partido en el minuto cinco. La psicosis causada por los actos de hooliganismo hizo que se tardara en abrir los accesos al terreno de juego.

La ausencia de suficiente asistencia médica deparó imágenes dantescas, cadáveres, personas tumbadas en el césped tratando de recuperar el resuello, aficionados cargando con heridos en improvisadas camillas. El gobierno Thatcher levantó una cortina de humo en la que la culpa parecía recaer en los espectadores, una injusticia que marcó a los aficionados de Liverpool, incluido su actual capitán, Gerrard, cuyo primo de 10 años falleció aquella tarde. Al menos se tomaron medidas para que la tragedia de Hillsborough nunca pudiera repetirse.

Solo en 2012, el gobierno de Cameron se disculpó en la Cámara de los Comunes y reconoció la responsabilidad de las autoridades. Se restituyó el honor de una afición dolida y vilipendiada. Los muertos por fin descansan en paz. Un lema cobró más sentido que nunca: Justice for the 96.

sábado, 1 de diciembre de 2012

13 años, 1 mes y 1 día


Querido lector ¿dónde estaba el 30 de Octubre de 1999? Entonces los periódicos hablaban de la guerra en Chechenia, del escándalo de las stock options de Telefónica, acababa de fallecer Rafael Alberti, el gobierno negociaba con ETA y Todo sobre mi madre de Almodóvar era elegida para representar al cine español en los Oscars. Desde entonces hemos tenido tres presidentes del gobierno, hemos cambiado la peseta por el Euro y hemos pasado de la incipiente época de bonanza económica a la consabida crisis actual ¿va usted haciendo memoria?

¿Y si les digo que el 30 de Octubre de 1999 fue la última vez que el Atlético de Madrid venció al Real Madrid? No solo han pasado más de 13 años, también 15 entrenadores por el banquillo rojiblanco y 12 por el madridista, incluso falleció Gil y le sustituyó Cerezo (mientras, por la Castellana han pasado 6 presidentes) y tan solo 9 de los jugadores que intervinieron siguen en activo (solo Casillas repite). Han sido 21 partidos ligueros con 6 empates y 15 victorias blancas. El Atlético incluso ha ido y vuelto de Segunda División y ha ganado 2 Europa League y 2 Supercopas de Europa; mientras el Real Madrid ha celebrado 5 Ligas, 1 Copa, 4 Supercopas de España, 2 Champions League, 1 Supercopa de Europa y 1 Intercontinental.

Pero esta vez hay algo diferente. El Atlético de Simeone está marcando los mejores números ligueros de su historia, el Real Madrid llega confuso, aunque dolido en su orgullo, lo que le hace peligroso. Los rojiblancos llegan con 8 puntos de ventaja sobre el vecino y con armas suficientes para suponer un dolor de cabeza a Mourinho. En estos 13 años los colchoneros nunca se habían presentado en un derbi con un equipo tan sólido y bien trabajado, características molestas para cualquier rival. Además, el hambre acumulada, la confianza que este grupo tiene en el trabajo que está realizando y la seguridad que le da la ventaja con la que llega le dejan en el momento ideal para revertir la historia.

El favorito en el Bernabéu y según los precedentes debe ser sin duda el Real Madrid, pero menos que en los últimos años. La sensación del colchonero no es la de ir al paredón, sino la de estar ante la oportunidad de cruzar la última frontera: volver a ganarle al Real Madrid.

martes, 27 de noviembre de 2012

Se acerca, por fin, el Balón de Oro


Alea jacta est, dirían los clásicos, los votos están emitidos y será en Enero cuando conoceremos al titular del premio individual más prestigioso del mundo futbolístico: el Balón de Oro. A pesar de todas las críticas, este premio sigue suponiendo uno de los momentos cumbre del año, aunque solo sea porque revisar la nómina de ganadores nos anima a conocer a grandes jugadores que entretejen su historia, desde Stanley Matthews a Leo Messi.

Si algo especial tienen las últimas ediciones del Balón de Oro es la importancia que está cobrando en la actualidad del fútbol español. Antes del boom de nuestra selección, apenas se comentaba quienes optaban al premio unos días antes de su designación, ahora suscita comentarios por la rivalidad entre merengues y culés personificada en CR7 (un trofeo) y Messi (tres trofeos), por la reclamada presencia de españoles en el podio, por lo que va a votar éste o aquel… en fin, líos teñidos de cierto sensacionalismo. Una pena para el fútbol español que su gran momento haya coincidido con esos dos grandes fenómenos, además, su éxito es coral y eso reparte los votos entre varios de nuestros jugadores en lugar de concentrarlos en una superestrella.

Mucha gente critica la forma de votación, despreciando los votos que vienen de países remotos y con poca fuerza en el fútbol, pero qué puede haber más justo y desinteresado que contar con el voto de profesionales que no estén tan mediatizados como los de las grandes selecciones. Cabe ver la polémica y el interés que suscitan las votaciones de los jugadores más conocidos y que optan al galardón, como Messi, Cristiano Ronaldo o Casillas. Esa atención a sus votos hace que estos, de alguna forma, queden manipulados por presiones externas. Para evitar esas polémicas, una solución fácil: al votar como capitanes de la selección podrían consensuar la elección mediante una votación entre todos sus compañeros de equipo nacional.

Si tuviera que apostar, mi favorito es Messi, después Cristiano e Iniesta para completar un podio donde no sería sorpresa la presencia de jugadores como Falcao, Casillas, Pirlo o Xavi. Grandes jugadores, sea cual sea el resultado, que demuestran que estamos en un buen nivel en el fútbol actual.

sábado, 20 de octubre de 2012

¿QUÉ FUE DEL PUPAS?

Allá por 1974 el Atlético de Madrid perdió la final de la Copa de Europa, en una de las resoluciones más crueles de la historia de la competición. En el último minuto de la prórroga el central Schwarzenbeck cruzó la divisoria y largo un pelotazo que cogió despistado a Miguel Reina colándose en su portería. Del que pudo ser el momento más glorioso de la historia del Atleti y de boca del Presidente Vicente Calderón, surgió el terrible mito del “Pupas”, que tanto daño le ha hecho al club.

A lo largo de los años, con la justificación de ser el “Pupas” muchos jugadores, entrenadores, directivos y demás se han escondido y no han asumido sus responsabilidades. Bajo ese paraguas incluso muchos aficionados han justificado actitudes y resultados que en otros clubes con la trayectoria de los rojiblancos serían injustificables. La realidad del Atlético de Madrid ha estado marcada durante muchos años por ese mito, un estigma aparentemente ineludible que ha pesado como una losa en el ánimo colchonero. Que te marcas un gol en propia puerta, el “Pupas”. Que un fichaje sale “rana”, el “Pupas”. Que tu Presidente tiene problemas con la justicia que salpican al club, más “Pupas”. Que te vas a Segunda División y no consigues subir por diferencia de goles, “Pupas” en el infierno. En fin, era la excusa perfecta para resolver cualquier problema. Pero ese tiempo ya pasó.

El lento descenso, solo frenado por el mítico “doblete”, en el estatus del Atlético de Madrid desde esa maldición del “Pupas” hasta caer a Segunda División, donde se tocó fondo, parece haber quedado atrás con los últimos éxitos europeos vividos desde 2010. Pero sobre todo por la renovación del espíritu basada en una cantera muy fuerte en las categorías inferiores, que vuelve a sentirse grande (aunque luego tengan que ser vendidos como Torres, De Gea o Domínguez) o el fichaje de grandes jugadores acostumbrados a ser importantes en sus equipos (aunque luego salgan a equipos más importantes, como Forlán, Agüero, Diego o la que se prevé de Falcao).

Pero si en alguien se puede personalizar el nuevo sentimiento “antipupas” que se está asentando en el club es en el “Cholo” Simeone. Figura mítica del año del “doblete”, encarna la garra y la entrega como nadie. Si el Atleti antes de llegar él ya había conseguido una Europa League y una Supercopa de Europa con Quique Flores al mando, éste declaró que eso no volvería a ocurrirle al club hasta dentro de muchos años. Se equivocó, tan solo dos años después se repitió la hazaña y además con mayor brillantez si cabe, con mayor soltura y menos nervios.

Porque cualquier atlético que se precie podrá decir que no recordaba una sensación de grandeza tal como la que le produjo la superioridad mostrada en la final de la Europa League ante el Athletic de Bilbao. Ese efecto duró hasta la Supercopa, cuando se vapuleó al Chelsea. Antes de ese partido, en los corazones rojiblancos mandaba la seguridad de que se podía ganar sobre el habitual miedo a caer derrotado, complejo
arrastrado de la denominación del “Pupas” y de la final del 74. El empuje continúa con este gran arranque de Liga.

Ha sido Simeone quien ha derrotado ese complejo, con un grupo de jugadores altamente comprometidos de su mano. Porque el “Cholo” sabe que el “Pupas” ha muerto, y que cuanto menos se le recuerde, mejor. Tan solo queda por derrotar un complejo: ganarle al Real Madrid tras más de 13 años de espera. A por ellos “Cholo”.

viernes, 5 de octubre de 2012

El fútbol idílico

Más allá de la fundamental defensa del Fair Play, más allá incluso de la deseable buena convivencia de un vestuario, en los mentideros del fútbol se ha instalado la sensación de que un equipo de fútbol es un escenario idílico donde si todos los compañeros no son íntimos amigos que se juntan a tomar cervezas los días libres es porque estamos ante una situación patológica y preocupante. Es decir, que en una plantilla de un equipo de fútbol no puede ocurrir lo que sí sucede en la práctica totalidad de los trabajos.

De un tiempo a esta parte y alentado por la creciente tendencia sensacionalista (entiéndase como definición de una tendencia y no como un insulto) con la que muchos medios prorrumpen en la rivalidad entre Real Madrid y F.C. Barcelona, se están aireando desencuentros, discusiones y disputas supuestamente gravísimas. Últimamente la palma se la llevan la mala relación entre Ramos y Mourinho que se intuye como causa de la suplencia del central en Champions contra el City, y la bronca que Messi le endosó a Villa por un mal pase. Pero no es lo único que se echan en cara unos y otros: la hierática postura de Casillas en la celebración de los goles de su equipo, la falta de comunicación de Guardiola con sus jugadores, los clanes del vestuario del Real Madrid, las suplencias de Piqué la temporada pasada, la ruptura entre Cristiano Ronaldo y Marcelo por no decir el brasileño que el portugués merece el Balón de Oro, las marchas de los delanteros del Barça por supuesta petición de Messi, la camiseta de Özil que llevaba Ramos bajo la suya, en fin, un largo etcétera de reproches mutuos vía Puente Aéreo, un interminable e infantil y-tu-más.

Por supuesto que en los vestuarios de los equipos hay problemas y que algunos de los citados serán completamente ciertos y casi todos tendrán bases reales aunque luego sean exagerados. Es cierto incluso que algunos de estos conflictos influyen en el desarrollo del juego de un equipo. Es difícil discutir que en el Real Madrid no se respira buen rollo o que en el Barça lo que diga Messi va a misa, pero esas cosas siempre han existido en los equipos de fútbol por la sencilla razón de que existen en todos los grupos humanos que puedan darse en la sociedad, desde la empresa a la familia.

En Italia, la Lazio de Chinaglia a mediados de los años 70 tenía jugadores tan enfrentados entre sí que incluso algunos portaban pistola en el vestuario, o sin ir más lejos Robben apareció la temporada pasada con un ojo morado tras una discusión con Ribery. Incluso entre Barça y Real Madrid tras la altísima tensión de los cuatro duelos seguidos de hace un par de temporadas unieron fuerzas en la selección en una tangana jugando contra Chile.

Quiere todo esto decir que en los equipos de fútbol, como en cualquier otro grupo social, hay tensiones y desencuentros, pero que todo ello no es trascendente si en el campo todos buscan el objetivo común. Muchos equipos ganadores han triunfado sin buen ambiente en sus filas, que es un factor conveniente, pero nunca imprescindible. Sobre todo no es el fin del mundo, como algunos medios quieren hacer pensar.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Messi y Cristiano, con un apartamento en el Olimpo

Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona. El póquer de ases reconocido por el común de los futboleros como los grandes referentes de la historia de este deporte. Todos ellos fueron grandes dominadores, cada uno en su época y con su estilo propio, del fútbol que les tocó vivir. Pero va siendo hora de incluir nuevos reyes a esa lista y, desde luego, la rivalidad actual entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo les debería hacer merecedores de tal honor, sobradamente.

Los cuatro grandes siempre fueron máximos exponentes de brillantes equipos, donde ellos eran líderes y catalizadores de juego. Di Stéfano fue la versatilidad, hacía de todo y todo lo hacía bien en aquel Real Madrid pentacampeón de Europa en los 50. Pelé fue el primer gran mago del fútbol, el gran preciosista que encumbró al Santos y a la mejor selección brasileña de la historia en los 60 y 70. Tras él Cruyff, máximo exponente de un poderoso Ajax y de una innovadora selección holandesa, logrando exportar ese modelo al F.C. Barcelona. Por último, Maradona, que cargó con el peso de la Argentina campeona del Mundo en el 86 y subcampeona en el 90 y convirtió al mediocre Nápoles en un equipo campeón, hasta que la droga acabó con su carrera. Los casos de Messi y Cristiano son similares, también son estandartes de equipos punteros y campeones, pero con la particularidad de la coincidencia espacio - temporal que les ha hecho tan especiales.

Cada generación tiene sus grandes jugadores, los genios tardan más en surgir, pero que dos jugadores como estos aparezcan en la misma generación y acaben en equipos rivales es un hecho único en la historia que ha dado como resultado un nivel de autoexigencia que ha sido capaz de elevarles por encima del que podría haber sido su valor real de haber aparecido por separado. Tal vez por sí mismos no hubieran superado ese segundo escalón de maravillosas estrellas como Platini, Best, Garrincha o Zidane, pero la lucha de ambos por destacar les ha hecho ser los mejores, la necesidad de la excelencia, de la que se han beneficiado los equipos de ambos, les han elevado a los altares. Si el uno marca 40 goles en Liga, al año siguiente el otro marca 50. Es la grandeza de su rivalidad.

Cada uno en su estilo, Messi más calmado, Cristiano Ronaldo más sobreactuado, la voracidad de ambos no tiene límites. Así que ¿por qué no un apartamento compartido por ambos en el Olimpo? ¿por qué no reconocer que al estar enfrente, como en una malévola simbiosis, se transforman en dos de los más grandes? Ellos son Messi y Cristiano, y para el aficionado su pique es una bendición.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Falcao, su padre, el corazón y la cartera

El caso Falcao muestra un fútbol con dos caras. Por un lado la del negocio, donde clubes, agentes u operadores de televisión trampean en pos del mayor beneficio económico, ya sea cambiando de sitio a los jugadores como si fueran cromos o jugando con los horarios caprichosamente. Por otro lado están los aficionados, desbordados al entender cada vez menos lo que pasa en el entorno de su deporte favorito, nostálgicos de un fútbol con menos brillo, pero más sencillo y estable.

El corazón de los atléticos sufrió en su día el golpe de la marcha de Torres con la comprensión y el dolor del que ve partir a un hijo de casa que marcha con la intención de buscarse la vida. Fue pena, pero nunca odio ni rencor. Aquí quedaba una figura en ciernes, Agüero, que sació el paladar de los colchoneros. En este fútbol tan polarizado hacia unos pocos equipos grandes, a nadie le extrañó el hecho de que quisiera largarse, lo que rompió el cariño de la afición rojiblanca fue que jugara a dos cartas, de cara al público mostraba su intención de quedarse y por detrás manejaba opciones de salida, además, al eterno rival: el Real Madrid.

Y el Kun se fue, no al Bernabéu, sino al Manchester City. Con el dinero ingresado por su venta llegó Falcao, casi a idéntico precio, hizo olvidar al argentino en el imaginario de los atléticos y se consagró con su prodigiosa final de Europa League. Pero volvieron a cernirse sombras sobre un ídolo de la entidad colchonera, incluso de boca del presidente Cerezo hubo que escuchar que, sin los ingresos por Champions League, iba a ser muy difícil mantener al goleador colombiano.

El verano fue pasando y el Atleti cuadró cuentas sin necesidad de venderle, pero como la felicidad nunca es completa entre la parroquia del Calderón, tras una final gloriosa de Supercopa de Europa con histórico hat-trick de Falcao, surgieron las palabras del padre de la criatura para clavarse como un puñal en la espalda de los rojiblancos. Aseguraba que el sueño de su hijo era jugar en el Real Madrid. Otra vez la pesadilla repetida, además, las tristezas de CR7 hacían a muchos madridistas ver como buena la salida del portugués si se sustituía con la llegada del colombiano. A pesar de que el jugador quiso parar el golpe asegurando que quería seguir en su equipo actual, su padre insistió en nuevas declaraciones cargadas de sinceridad y de desconocimiento de la relación tormentosa que une a los dos clubes capitalinos.

Es un golpe fuerte para los aficionados del Atlético de Madrid ver como cada temporada se confirma que, a pesar de los últimos grandes éxitos europeos, no está en la élite de los clubes mundiales, ni como proyecto deportivo ni, sobre todo, como ejemplo de estabilidad económica. Como consecuencia de ello, cada jugador que destaca en sus filas es a la vez motivo de alegría y de desazón ante la idea de que se irá pronto.

Pero esto no es la más que la confrontación entre la realidad del fútbol profesional y el ensueño de muchos aficionados que, como reducto del sentimiento hacia unos colores, piensan que todo en el deporte es así. Lo cierto es que, más allá de los excesos de muchos agentes, que casi trafican con sus jugadores, el aficionado  de a pie debe darse cuenta de que los sentimientos en el fútbol van por un camino diferente al del profesionalismo, que en la élite todo esto se relativiza mucho, y que si gente como Torres o Raúl abandonaron en su día a los clubes que llevaban grabados en su alma porque necesitaban otras cosas, como no va a poder Falcao, que a sus 26 años ha vestido las camisetas de cuatro equipos diferentes en cuatro países distintos (Lanceros en Colombia, River en Argentina, Oporto en Portugal y Atlético en España), pensar en cambiar de aires hacia un equipo que le dé una mayor relevancia en el mundo del fútbol. Y no por ello va a dejar de ser ese tigre que se deja el alma en el campo, porque es un gran profesional que mientras vista una camiseta va a dar todo por ella. Por supuesto que es mejor defender la camiseta de tu equipo de corazón, pero lo que no se puede pretender es que todo el que vista una camiseta la convierta en su devoción, eso sí que sería una traición ¿Y los sentimientos de Falcao? Pues probablemente esté con ese pequeño equipo de los Lanceros de Boyacá, donde debutó, o tal vez no le falte razón a su padre y cuando era pequeño soñara con jugar en el Real Madrid o cualquier otro equipo grande de Europa. Su realidad ahora es distinta y, como profesional, dejará esos sueños infantiles de lado para cumplir su función donde se le encomiende. Eso es lo que se le puede exigir, no que sea más colchonero que Neptuno.

Será interesante ver como le recibirá el Calderón en el próximo partido de Liga. Quien sea inteligente y sea capaz de ponerse en su lugar no le pitará ni le recriminará nada de lo que ha pasado, eso solo perjudicaría al equipo y aumentaría sus ganas de buscar una salida. Además, no hay nada que reprocharle, no ha mostrado ningún interés por salir y ha sido su padre quien ha hecho declaraciones inconvenientes.

sábado, 25 de agosto de 2012

EL TIEMPO, ESE FACTOR IMPORTANTE

Esta Liga arrancada en el mes de Agosto se encontró en la primera jornada con un término que no suele ser demasiado destacado en el análisis de los partidos de fútbol: el tiempo.

La complicada cuadratura que las televisiones tienen que llevar a cabo para poder televisar todos los partidos sin que coincidan han obligado a tomar en cuenta horarios muy tempraneros, como los partidos de las 12 de la mañana, o muy tardíos, como los de la 11 de la noche, e incluyendo los lunes en este complejo e incómodo reparto.

Si hubo que llegar a las famosas 11 de la noche en esta primera jornada fue para evitar horarios inclementes en el mes de Agosto, como las 12 de la mañana o las cuatro de la tarde. Pero el irónico destino de la naturaleza llevó a que esa jornada se viviera en mitad de una ola de calor terrible, que convirtió la temperatura en un factor determinante en la jornada por la forma como afectó a los jugadores.

Pero, al contrario de la LFP, hay que pensar también en los aficionados, que no solo sufren los vaivenes de los horarios y los desorbitados precios de las entradas, sino que también tienen que confrontar su pasión con las complicaciones meteorológicas. He aquí que internet ofrece formas de tratar de compensar esas altas temperaturas, o al menos poder controlarlas y llegar al partido preparado para las inclemencias que se presenten.

Por ejemplo, con la página http://tiempoytemperatura.es/ que ofrece información detallada del tiempo, pudiendo seleccionar de forma sencilla e intuitiva la ciudad, día y horario del que quieres recibir la previsión meteorológica. Eso te permitirá estar preparado y pertrechado para soportar este Agosto caluroso y futbolero por obra y gracia de los mandamases de la Liga.

No lo dudes, pruébalo, usa sus opciones, como por ejemplo la de recibir la información diariamente por correo electrónico, comprueba si va a hacer más o menos calor en esta segunda jornada o si luego en invierno te va a llover... y prepárate.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Jornada 1: Fuera de fechas, fuera de horas

Arrancó la Liga BBVA, así como el que no quiere la cosa, casi sin avisar, con las vacaciones de media España en marcha y tras una pretemporada soterrada por los Juegos Olímpicos y sin los constantes movimientos de fichajes que animaban otros veranos.

Pues ya está aquí el fútbol nuestro de cada año, con el Barça goleando y mostrándose que, más allá del continuismo, el fútbol de Vilanova es una fotocopia del de Guardiola. Además, el Real Madrid se atascó ante un serio Valencia, los tres recién ascendidos mostraron muy buena imagen, el Athletic continuó su enloquecida pretemporada con un no menos loco partido contra el Betis y vimos golazos como los de Trashorras, Nelson Oliveira o Arda Turan.

Pero la gran noticia fueron la fecha y, sobre todo, los horarios. Son decisiones que se explican por el interés de los operadores televisivos, que necesitan muchos horarios diferentes para poder retransmitir todos los partidos y necesitan que empiece pronto la temporada para evitar bajas de sus abonados en Agosto. Desde luego en estas fechas y con este calor, los partidos de las cinco de la tarde serían un suicidio, pero lo de jugar un lunes a las once de la noche es un insulto al aficionado. Además, la condición física e incluso la predeterminación psicológica del jugador no es la apropiada ni en estas fechas, ni a ciertas horas, ni con ciertas temperaturas, es decir, el espectáculo decae. Las televisiones son las que pagan el circo, pero sin aficionados (a las que las televisiones prefieren en sus casas que en los estadios) y poniendo trabas al espectáculo a largo plazo se acabará el circo. Una pena.


CLASIFICACIÓN

1º F.C. Barcelona - 3
2º Betis - 3
3º Deportivo - 3
4º Mallorca - 3
5º Sevilla - 3
6º Málaga - 3
7º Rayo - 3
8º Valladolid - 3
9º At. Madrid - 1
10º Levante - 1
11º Real Madrid - 1
12º Valencia - 1
13º Espanyol - 0
14º Getafe - 0
15º Celta - 0
16º Granada - 0
17º Zaragoza - 0
18º Athletic - 0
19º Osasuna - 0
20º Real Sociedad - 0


PARTIDO A PARTIDO

F.C. BARCELONA 5 - REAL SOCIEDAD 1
Debutó el nuevo proyecto del Barça de Tito Vilanova goleando en casa a una Real Sociedad que mostró buen gusto e intención de juego, pero que fue atropellado por los locales, que mostraron la continuidad del Guardiolismo y el acierto de que, una vez que la forma de jugar quedó definida como la apropiada, lo mejor era mantenerlo. La dulce guinda fue la vuelta de Villa, coronada por un gol que le dará confianza. Empezó marcando Puyol y antes de los 10 minutos el Chori Castro empató, la inquietud se acabó cuando Messi marcó dos goles en los siguientes seis minutos, y la fiesta se completó con el cuarto de Pedro antes del descanso. La dulce guinda fue la vuelta de Villa, coronada por un gol que le dará confianza. Como la goleada le da buenas vibraciones a los catalanes de cara a la Supercopa contra el Real Madrid. Líder con dos puntos de ventaja sobre el máximo rival tras golear a una Real que, con los Vela, Prieto, Griezzman o Castro, dará con seguridad buenos momentos de fútbol durante la temporada.

ATHLETIC 3 - BETIS 5
Si la temporada pasada fue el equipo de moda por su buen fútbol y por llegar a dos finales, este curso para el Athletic está presentándose plagada de sobresaltos y sinsabores: la polémica con Bielsa por las obras de Lezama, el caso Llorente, la casi segura marcha de Javi Martínez... Pues el primer partido de Liga se unió a esa lista de momentos para olvidar. Un Betis eléctrico con Beñat, jugador que suena para el Athletic, al mando puso el 0-3 en media hora ante unos leones nerviosos, inseguros y timoratos. A base de casta y con la aportación de Adúriz, el nueve que tendrá que hacer olvidar a Llorente, los locales lograron el empate a tres también en media hora de la segunda mitad. Pero con el partido abierto, el Betis no se amilanó y se hizo con el partido mostrando madurez. Peligrosa situación de los de Bilbao, que el año pasado tuvieron un mal inicio en lo deportivo que después enderezaron, pero que este curso tiene que levantar una situación institucional y social compleja.

DEPORTIVO 2 - OSASUNA 0
Vuelve el Depor a Primera con victoria ante una de las revelaciones del año anterior, el Osasuna. Interesante equipo el gallego, muy reforzado con recortes que el agente Mendes, amigo de Lendoiro, les ha hecho llegar como cedidos. Tras un primer tiempo movido, con llegadas, pero sin goles y que acabó con un penalti fallado por Riki, solo empezar la segunda parte el propio Riki adelantó a los locales. Siguió llegando más el Deportivo que Osasuna, que tiraba de las subidas de Cejudo como mejor argumento. En el descuento, tras una jugada en la que los pamplonicas pidieron un penalti, Nelson Oliveira definió magistralmente un contraataque y dejó cerrado el partido.

MALLORCA 2 - ESPANYOL 1
Se enfrentaban dos equipos muy marcados por sus entrenadores, Caparrós y Pochettino, dos tipos con carácter suficiente para mantener en buen lugar dos escuadras algo cortas de efectivos y ausentes de grandes estrellas. El Mallorca tal vez tenga la ventaja respecto a otros equipos de los que luchan por la salvación de tener un ariete de confianza, Hemed, que cazó dos goles demostrando una velocidad de reacción a la hora de armar el disparo en el área bastante notable. El Espanyol mostró el interés de Wakaso, que empató pronto el tempranero gol de los locales, y poco más. Tampoco las circunstancias ayudaron, las 11 de la noche, poco ambiente en el estadio, el ritmo de juego fue cansino, lento, impropio de un partido de Primera División.

SEVILLA 2 - GETAFE 1
Míchel consiguió vencer a su exequipo dejando claro que el arma fundamental de su equipo será la banda derecha de Navas y Cicinho, que pueden dar grandes tardes en el Sánchez Pizjuán conectando con los remates de Negredo. No notaron ante el Getafe el déficit de creación de su medio campo, que les puede restar estabilidad a lo largo de la temporada. Los madrileños solo crearon peligro a balón parado y solo la poca efectividad a la hora de matar la jugada de los locales les libraron de una derrota peor.

CELTA 0 - MÁLAGA 1
Fabrice, el camerunés apadrinado por Eto'o, se convirtió a sus 16 años, 3 meses y 6 días, en el goleador más joven de la historia de La Liga, en el primer anotador de la temporada y en el pacificador (al menos momentáneamente) de las aguas revueltas que azotaban al Málaga tras la espantá del jeque. El partido mostró a un Celta atrevido, que combina muy bien y a mucha velocidad en los últimos metros, muy agradable de ver, pero que falló de cara al gol lo que no se puede perdonar... y acabó pagándolo. A los malaguistas les vienen los tres puntos de maravilla mientras tratan de estabilizarse tras una pretemporada que empezó con la promesa de grandes fichajes (se habló por ejemplo de Van Persie o Ganso) y que terminó con sensación de desbandada general. Además, le viene la Champions. Ojo con el ejemplo del Villarreal del año pasado.

RAYO 1 - GRANADA 0
Repetición de la última jornada de la pasada temporada para esta primera fecha. No solo repitieron los equipos y el escenario, sino incluso la polémica. El Rayo ganó entonces con un tanto al final del encuentro que debió ser anulado y gana ahora con un gol precioso de falta de Trashorras que los granadinos piden que estaba fuera del tiempo estipulado. Polémicas aparte, fue el debut de dos entrenadores con pinta de hacer carrera en Primera: Paco Jémez en Vallecas y Anquela en Granada. El año pasado ambos, al frente respectivamente de Córdoba y Alcorcón cayeron en el play-off de ascenso tras sendas temporadas mejores que lo previsto. En uno de los campos más críticos con los horarios del fútbol, los locales arrancaron con más llegada, aunque el Granada a balón parado tuvo las más claras ocasiones del primer tiempo. Poco a poco los andaluces se fueron haciendo con el control del partido, aunque sin acertar. Cuando el partido parecía abocado al empate, llego Trashorras, un auténtico superclase, que puso una falta en la escuadra sin tiempo para más.

ZARAGOZA 0 - VALLADOLID 1
El partido que peor pintaba, lunes a las once y con un campo destrozado por un hongo en el cesped, mostró a un Valladolid capaz de entretener que se llevó los tres puntos ante un Zaragoza voluntarioso pero poco más, que tendrá difícil no sufrir como en las anteriores campañas. Los pucelanos fueron tomando paulatinamente el control del partido hasta que al filo del descanso Óscar les dió la ventaja que a la postre sería definitiva. Aunque los maños trataron de crecerse en la segunda parte, fueron los visitantes quienes pudieron sentenciar si Víctor no hubiera estrellado en el poste un penalti dudoso por mano de Apoño en una barrera, que pareció fuera del área.

LEVANTE 1 - AT. MADRID 1
El Levante tiene el reto esta temporada de confirmar el milagro de la pasada y, además, compatibilizarlo con su participación en competición europea, difícil para una plantilla más bien justa. Sin embargo sigue mostrando sus armas principales: orden y compromiso. En el Atlético, control del juego a ráfagas, Falcao bien controlado por los defensas locales y la añoranza de Diego, el catalizador de juego brasileño, que se trata de compensar con la esperanza en que el jovencísimo Óliver saque toda la clase que se le sospecha. Además de él, también debutó otro joven jugador de banda derecha, Kader, que apuntó buenas maneras en los rojiblancos. El Zhar adelantó al Levante a los cinco minutos resolviendo con un duro disparo un revuelo en área madrileña que, fieles a la tradición de este equipo, los defensas no supieron resolver. Los colchoneros fueron cogiendo el control del partido y llegó mediado el primer tiempo el zapatazo a la escuadra del turco Arda Turan. Con el paso de los minutos, ambos equipos fueron mostrándose más conformistas con el resultado, ni bueno ni malo para ninguno de los dos. Teniendo en cuenta que finalizó casi a la una de la madrugada nunca sabremos si fue conformismo o sueño lo que hizo terminar así el encuentro.

REAL MADRID 1 - VALENCIA 1
El estreno liguero del actual campeón no fue todo lo feliz que podían esperar, lo que les hace arrancar curso con dos puntos de desventaja ante el Barça. El calor (unos 38º en Madrid) y la fecha de casi pretemporada hizo que el ritmo del partido fuera bajo, lo cual perjudicó a un equipo acostumbrado a la sobrerrevolución como es este Real Madrid de Mourinho. Hasta Cristiano se mostró apaciguado en su desempeño. Mientras, el Valencia de Pellegrino debuta en el Bernabéu sacando idéntico botín que el año pasado, un punto que sabe a gloria, que pudo ser peor sin la gran actuación de Diego Alves (la pasada campaña el héroe fue Guaita) o mejor si no se hubiera anulado un gol muy dudoso a Soldado. Higuaín marcó pronto resolviendo al tercer intento un buen pase de Di María, pero el sopor se fue adueñando del juego blanco hasta que al filo del descanso y a balón parado, tras un aviso previo, Tino Costa de cabeza anotaba el empate, en una jugada donde chocaron Casillas y Pepe, el portero siguió algo aturdido, pero el central tuvo que ser cambiado e incluso visitó el hospital. En el segundo tiempo, la urgencia fue apremiando a los locales, mientras los visitantes buscaban la contra, pero ni los chés tuvieron más llegadas que el gol anulado a Soldado, ni los merengues llegaron a batir a Alves ni su asedio fue tan intenso como mostraron en varios partidos de la temporada pasada. Queda mucha Liga para que el Real Madrid corrija este pequeño traspiés y las sensaciones que dejaron es que en este partido, en la jornada 15 y con todos bien rodados, le hubiera costado mucho más al Valencia empatarlo.

miércoles, 8 de agosto de 2012

El modelo del fútbol olímpico y la caída de España

La ilusión de la selección olímpica española de fútbol se quebró de forma prematura y lastimosa tras caer ante Japón y Honduras con sendos 1 a 0. Hubo que pasar por el oprobio de un tercer partido en el que no se jugó nada y en el que el empate a cero final no consiguió ni tan siquiera cerrar la participación con un atisbo de honor. Más allá del batacazo que supuso la eliminación en primera fase de un equipo que aspiraba a medalla se abrió un debate sobre la presencia del fútbol en los Juegos Olímpicos. Es como ese primo rico que no saca tiempo para ir al cumpleaños de la abuela pero manda un regalo caro por correo para disculparse, el fútbol en los Juegos Olímpicos ni está ni deja de estar, como La Roja, que estuvo... pero no estuvo.

El breve papel de la selección española agota los calificativos, ha sido la mayor decepción de los Juegos y de los últimos tiempos del fútbol español. Múltiples pueden ser las causas a analizar. Lo primero, la baja de Thiago, auténtico motor de esta generación en el pasado europeo sub 21, el que le daba ritmo y creatividad en el centro del campo, sin él se pierde el alma del estilo de La Roja. Más importante aun, la lectura táctica de los partidos y del grupo en sí. Luis Milla no ha demostrado ser especialmente rápido ni ágil para modificar el rumbo de los partidos cuando se tuercen, ni siquiera para tocar los resortes necesarios para mejorar de un partido a otro. Incluso en el campeonato de Europa que ganaron el pasado año les costó mucho entrar en el ritmo de juego correcto. También queda la impresión de que la preparación psicológica no ha sido la correcta, llegaron con la medalla colgada de antemano al cuello, y no se debe culpar solo al equipo por ello, ya que casi nadie hubiera apostado por la posibilidad de caer en la liguilla con potencias como Japón, Honduras y Marruecos. Resumiendo y exagerando, viajaron a Londres pensando en el chandal, en el desfile de la ceremonia de inauguración y en jugar la final contra Brasil, lo demás, da la impresión de que se daba por hecho que se podía ganar solo con el escudo. Ojo, no es solo cosa del equipo, toda la opinión pública ha pecado también de esa cierta soberbia. Por último, ni la preparación física ni el momento de muchos jugadores ha sido el más idóneo. Algunos han llegado de pretemporada y otros pasados de rosca, han estado espesos, los de la Eurocopa han venido casi sin descanso, el resto ha hecho vacaciones y casi sin preparación se han encontrado con el torneo olímpico, incluso algún jugador importante como Herrera ha llegado tocado físicamente, Adrián, por ejemplo, que no es un goleador de instinto sino de rachas que dependen de su nivel de forma, no estaba bien, ni Muniain, ni Rodrigo, que seguramente es el más goleador del equipo. Tampoco han ayudado los imponderables, penaltis, postes, jugadas de escasa fortuna... en fin, un cúmulo de circunstancias que han dado al traste con la ilusión de una favorita a todo.

Otra cosa es el modelo de la competición del fútbol en los Juegos Olímpicos, donde es el único deporte que no lleva a los mejores, sino que hace el extraño refrito de los sub 23 con la posibilidad de llevar a tres mayores. Sin duda es un contrasentido cuando los Juegos son el escaparate del mejor deporte del mundo. El triatleta Javier Gómez Noya encendió la mecha tras la derrota de España ante Honduras que supuso su eliminación, instando a que el fútbol desaparezca del programa olímpico por no traer a los mejores y por la imagen contraria a los valores del olimpismo que da el hecho de las constantes protestas a los árbitros en referencia a la tensión vivida tras ese segundo partido de España. No tiene mucha razón denigrar al fútbol por las polémicas, ya que se producen esas cosas en muchos otros deportes, incluso en el suyo, el triatlón, donde el propio Gómez Noya se quejó en un Campeonato de Europa por la actuación del británico Wiltshire, que le estorbó gravemente durante la parte de natación. Le contestó el capitán Javi Martínez, indicando que como no iba a estar en unos Juegos Olímpicos el deporte más popular del mundo. Ambos tienen su parte de razón, sería una barbaridad que el fútbol desapareciera del mayor espectáculo del deporte pero tampoco tiene mucho sentido que siga así.

Pero existen soluciones para conseguir que el torneo de fútbol honre el olimpismo como merece sin sobrecargar más los calendarios. Pasaría por la eliminación de la Copa Confederaciones, engendro creado por la FIFA que, seguro, económicamente será atractivo para el país organizador y para la propia FIFA pero que deportivamente no aporta nada, y la asunción de ese modelo por parte de los Juegos Olímpicos. Eso quiere decir participación del organizador, el campeón del mundo y los campeones de las seis confederaciones continentales (Europa, Sudamérica, Centro y Norteamérica, África, Asia y Oceanía). Un torneo a ocho, evitando el gigantismo de un Mundial y con jugadores de primer nivel que generaría prestigio para ambas partes. Para que no coincidiera con la Eurocopa, podrían desplazarse todos los torneos continentales al año anterior al Mundial, unificando fechas y evitando que se produzcan absurdos como que la Copa de África se juegue a mitad de temporada dejando a muchos equipos sin importante jugadores. Incluso se podrían aligerar los calendarios eliminando la fase de clasificación para el Mundial y dando el billete mundialista a los primeros de cada campeonato continental.

Son opciones interesantes y posibles de poner en práctica si hay intención de favorecer el beneficio deportivo, si lo que se quiere es buscar el beneficio económico... será difícil ver soluciones de este tipo.

viernes, 27 de julio de 2012

La importancia (relativa) de llamarse Luka

El asunto de los intentos del Real Madrid por hacerse con Luka Modric, que arrancó durante la Eurocopa, se está convirtiendo en lo que suele denominarse en argot futbolero como un culebrón de verano, en el que se habla de cifras alrededor de 35 millones de euros para un jugador del que cabe preguntarse si verdaderamente merece este esfuerzo teniendo en cuenta el más que sobresaliente nivel de la plantilla del Real Madrid.

El croata Modric es el alma de su selección, donde todo el juego pasa por sus pies, y ha sido también el eje del Tottenham en las últimas temporadas, ahora aparece como el máximo objeto de deseo de Mourinho y Florentino Pérez para este verano. Es uno de esos jugones clásicos tan cotizados por su escasez en el mundo del fútbol. Un jugador que juega y hace jugar a quien le acompaña, cada balón que pasa por sus pies sale mejorado. Juega en cualquier posición creativa, tanto en el eje del centro del campo como en tres cuartos, asomando cerca del área, donde más brilla por su verticalidad y soberbio desborde. También puede situarse para arrancar desde una banda aunque para venirse al centro, no es un jugador para tener pegado a la cal. Le gusta entrar en contacto con el balón y asumir responsabilidad en la fabricación del juego, aunque su peor defecto, como el de otros muchos jugadores de características parecidas es cierta irregularidad en sus actuaciones. Tiene buena pegada desde la frontal y aporta algunos goles durante la temporada, aunque no es un gran goleador (cosa que no es problema para el Real Madrid, que tiene ese aspecto más que resuelto). Su función es aportar más juego que goles, desde luego.

El Real Madrid tiene una plantilla excelsa, completísima, junto con la del F.C. Barcelona aglutinan a la mayoría de los mejores jugadores mundiales. Esto dejaría a Modric, un jugador de primerísima línea, como un casi seguro suplente que contaría con bastantes minutos, una especie de jugador número 12 de la plantilla merengue. Se habla de él como relevo para dar descanso a Özil, Xabi Alonso o incluso Di María, y aunque puede ocupar esas posiciones es un jugador con características muy diferentes a las de los dos últimos. Parece más útil como relevo para Özil, ambos jugadores con buen desborde y gran visión de juego, parecidos incluso en su punto débil: la irregularidad, esa cierta propensión a desaparecer a ratos del juego. La presencia de ambos jugadores en la plantilla puede hacer compensar los malos momentos de cada uno.

Queda claro que es un gran jugador y que puede aportar cosas a la plantilla del Real Madrid, otro tema es el precio. Dando por hecho que el mundo del fútbol tiene los precios desorbitados y dejando a un lado las consideraciones éticas que eso pueda generar, el precio entre 30 y 40 euros del que se habla para Modric merece un análisis. En el fútbol inglés no existen como en el español las cláusulas de rescisión, ese precio establecido por contrato en el que el club vendedor no puede hacer nada por retener al jugador. Allí, mientras el jugador tenga contrato en vigor, el precio lo marca el club. Lo único que puede hacer el jugador es expresar su deseo de salir para que el club le ponga un precio más o menos coherente sobre la idea de que es mejor venderle que tener a un jugador que no quiere seguir en la plantilla. Modric tensó la cuerda para salir del Tottenham, táctica muy usada en los fichajes de Florentino Pérez: el jugador se rebela contra su club y llega el Real Madrid con dinero suficiente para quitarle el problema al club y contentar al jugador. Aquí el club inglés no tiene mucha necesidad de ingresar dinero y ha visto que en otros casos jugadores que se han querido ir pero al final se han quedado han rendido a buen nivel. Así que habrán pensado, si un club como el Real Madrid, con poderío económico casi inigualable y que solo puede permitirse fichar superestrellas para mantener su nivel, pone los ojos en un jugador, lo va a tener que pagar con creces. Es una especie de impuesto que tienen que pagar los grandes, tal vez una suerte de autorregulación de un mercado ultraenloquecido.

El Real Madrid sabe que esto funciona así, de ahí que trate de aliarse con el jugador para forzar la venta. Pero sobre todo sabe que en el fútbol los fichajes no solo son refuerzos deportivos, sino también imagen, que cuando compras un jugador vendes ilusión (y camisetas, por qué no) y que es muy difícil que una compra genere ilusión cuando se tiene ya a los mejores jugadores del mundo, por eso tiene cierta lógica gastar cantidades propias de un jugador clave para uno que puede ser un relleno de lujo, una pieza más en la plantilla (como con Cesc y el Barça el verano pasado).

Por cierto, que para abaratar el precio se está hablando desde Londres de la posibilidad de incluir en la operación a alguna joven estrella blanca. Ojo, sería arriesgado, peligroso y un acto con muy alta posibilidad de error, ya que parece probable que gente como Jesé o Joselu lleguen a más que el propio Modric.

sábado, 21 de julio de 2012

Jesé, Gerard, Óliver y los demás

Acaba de proclamarse España campeona de Europa sub 19 pocos días después de haberlo hecho en categoría absoluta. Lo consigue tras vencer por 1 a 0 a Grecia en un partido dominado por La Roja de cabo a rabo en el que solo la fuerte defensa helena y la buena actuación de su portero evitaron que se resolviera antes.

El fútbol español luce galones y muestra cantera con este título, antesala de unos Juegos Olímpicos en los que la sub 23 parte entre las favoritas al oro. Buenos mimbres tiene esta sub 19, con jugadores como el portero Kepa, Ramalho o Grimaldo en defensa, Campaña (mediocampista sevillista con experiencia en Primera), Suso (un algecireño en Anfield), el ariete valencianista Alcácer o el malaguista Juanmi (seguramente el que más minutos acumula en Liga BBVA de esta selección). Pero si tres nombres de este combinado destacan por ser diferentes en el campo son Jesé Rodríguez (del Real Madrid), Gerard Deulofeu (del F.C. Barcelona) y Óliver Torres (del Atlético de Madrid).

Para hacerse una idea del nivel de Óliver Torres basta con decir que recuerda en algunas cosas a Iniesta. Puede jugar como mediocentro, pero brilla más jugando por detrás de los delanteros. Es capaz de dibujar pases magníficos tirando de amplios residuos técnicos y de muy buena visión de juego. Es fiel continuador de la estirpe de centrocampistas que ha llevado a La Roja a la cima del fútbol mundial. Le gusta pedir el balón, no le quema en los pies, y es de esos futbolistas que mejoran la jugada cuando el balón pasa por sus pies. No le asusta finalizar la jugada, aunque podría asomarse un poco más al área como llegador de segunda línea, sobre todo si tiene extremos tan profundos como en esta selección sub 19.

Es una bendición para una selección tener un jugador como Deulofeu o Jesé, que te salgan dos y en la misma generación es para celebrarlo. Son dos atacantes de corte moderno, no son dos delanteros de área, aunque sabrían serlo. Son jugadores de mucha potencia pero con un manejo del balón y unos fundamentos técnicos inmejorables. Funcionan como extremos diagonales, ya que aunque arranquen mejor pegados a la banda tienen salida tanto por dentro como por fuera, posibilitando que puedan desbordar y centrar o penetrar y terminar la jugada. Son el tipo de jugador que puede complementar el juego de la selección española, ese toque al que se le criticó cierta falta de profundidad durante la pasada Eurocopa. Son jugadores que saben combinar y ofrecerse pero que en un momento dado pueden iniciar un eslálom y plantarse ante el portero rival.

Gerard Deulofeu es un jugador a contraestilo en la cantera del Barça, más acostumbrada a los centrocampistas de toque, es una joya en potencia al que se ha ido tratando con mucho cuidado para que su carácter algo soberbio e individualista no estropee el fantástico futuro que se le adivina. En La Masia le han comparado a veces en carácter a Cristiano Ronaldo, si bien ese punto chulesco seguramente le ayude a ser atrevido en su juego, el salto definitivo a Primera exige que la cabeza esté bien sentada, sobre todo cuando tantos ojos y tantas esperanzas están puestas en él.

En cuanto a Jesé Rodríguez, es un jugador tan brillante como Deulofeu pero seguramente un poquito más completo, no tan ceñido a la banda en su juego y con más gol, aunque un poquito menos dotado para el desborde. Al subir el Castilla a Segunda, podrá ir fogueandose en un fútbol de mayor nivel, si bien lo que todo el madridismo espera es su salto definitivo a la Primera División con el que enmendar esa cierta sensación que hay en el club merengue de falta de continuidad en el paso de los canteranos al equipo profesional. Ojo con esa presión simbólica para un chico tan joven, aunque dicen que maduró de golpe cuando fue sancionado hace un par de años con 19 partidos por agredir a un árbitro.

Tres chicos con maneras de estrella, con futuro cercano en la primera línea del fútbol a los que solo les queda un paso, el más difícil, el paso a la primera línea de fuego, además en equipos complicados: Óliver en el Atlético, siempre necesitado de buscar banderines de enganche a los que asirse para reivindicar su grandeza herida; Jesé en el Real Madrid, necesitados de una estrella de cantera; Gerard Deulofeu en el F.C. Barcelona, donde apunta a ser la próxima perla que no desmerezca a la maravillosa hornada previa. Además, en el caso de Jesé y Gerard simbolizarán la eterna rivalidad Real Madrid - F.C. Barcelona. Es de esperar que les vaya bien y que la selección les disfrute. Esta nueva ola ilusiona.

domingo, 15 de julio de 2012

Anna, Xavi y el albañil de Lezama

Si en la Liga actual hay dos entrenadores con especial personalidad y control de los recovecos de sus clubes estos son Mourinho y Bielsa. Ambos se han visto envueltos en los últimos días en sendas polémicas un tanto extrañas, sobre todo la de Mourinho, que tiene pinta de no haber sucedido. Más allá de los hechos en sí, subyace la notoriedad de los personajes, que a veces llegan a eclipsar al club o a fundir la imagen de institución y entrenador hasta el punto de confundirse con consecuencias peligrosas para los clubes. Al fin y al cabo, los entrenadores son empleados que, con mayor o menor estancia en el cargo, no se caracterizan por ser precisamente eternos y a cuya marcha todo debe seguir funcionando.


Mourinho se ha visto envuelto en mil y un líos a lo largo de su carrera, el último de ellos la acusación de una pareja de recién casados que supuestamente viajo en el mismo avión que el técnico portugués desde Miami a Lisboa, son los ya famosos (sospecho que no a su pesar) Anna y Xavi. Cuentan que al pasar por delante de ellos en el avión Anna soltó un Força Barça que en principio no encontró respuesta en Mou, pero que al terminar el vuelo y ya en las instalaciones del aeropuerto desató las iras del entrenador madridista con insultos y amenazas por en medio. En fin, una historia muy rara de la que muchos detalles hacen nacer dudas: si un personaje tan famoso como Mourinho se ve envuelto en un incidente así y en un lugar tan concurrido, como no salen más testigos verificándolo, por qué no se atrevieron a denunciarle ante la policía en vez de ante la prensa, como es que si le sentó tan mal que animaran al Barça no fue a recriminárselo en ese momento sino que esperó a acabar el puerto o por qué hay fotos del técnico al día siguiente en Cancún si se supone que el día antes había viajado a Lisboa. Además de un problema general de educación que daría para otros foros, a santo de qué tiene nadie que andar provocando a un personaje público por el mero hecho de serlo. Más allá del escaso crédito que merece esta historia, digna del más rancio programa de cotilleos, cabe reseñar que es resultado de la controvertida personalidad de Mourinho que alguien pueda llegar a inventarse una historia de este tipo. Este hombre ha conseguido apropiarse de la imagen y de la voz del Real Madrid y ha vivido varias historias ya de enfrentamientos verbales e incluso físicos (como el dedo en el ojo a Vilanova, tan en boga estos últimos días) en los que el club le ha apoyado completamente, tanto institucionalmente como socialmente, ya que gran parte de la afición se apunta a las excéntricas cruzadas de su entrenador. Lo más significativo de la cesión de poder del Real Madrid hacia su entrenador fue la destitución de Valdano, cuya cabeza pidió indicando que él reportaba directamente con la directiva y no con el director deportivo.


El caso de Bielsa y los albañiles de Lezama es un caso muy diferente, sobre todo porque está completamente confirmado cómo ocurrió por la detallada crónica de acontecimientos que hizo el argentino. Marcelo Bielsa es un tipo obsesivo con su trabajo, eso le hace tener que controlar hasta el más mínimo detalle, como cada ladrillo que se coloque en las instalaciones de entrenamiento. Además, el mote de Loco  no es gratis. Lo que no es de recibo es que pierda los nervios hasta el punto de usar la violencia con el jefe de obra, por muy a disgusto que quede con las obras o mucha implicación profesional que el rosarino tenga. En este caso la situación del Athletic ha quedado un tanto retratada, el supuesto idilio con Bielsa no lo es tanto y la directiva a puesto distancia ante la actitud de su míster, cuyas rarezas el año pasado incomodaron algo a los mandatarios e incluso a algún jugador. Bielsa necesita controlar todo y el club parece haberse dado cuenta de que eso les puede traer complicaciones, eso sí, después del affaire de las obras. El error es que en principio le dejaron tomar el control de las obras y, ahora que ha surgido el problema, quiere el club retomar el lugar que le había dejado al entrenador. La fractura que esto ha generado será difícil que no perdure. Eso sí, la situación más complicada es la de Amorrortu, director deportivo del Athletic, ya que, al contrario que Mourinho, Bielsa ha decidido reportar solo al director deportivo y no a la directiva, lo que deja Amorrortu en el centro de la batalla.


Ojo con las cesiones de poder por parte de los clubes a técnicos tan peculiares, el entrenador es un personaje efímero, pero las estructuras de un club deben pervivir generando una filosofía propia y perdurable.

lunes, 9 de julio de 2012

Atleti: El momento del salto y la transparencia

Arrancó el Atlético de Madrid con la presentación de las caras nuevas: Emre, Cata Díaz y Cebolla Rodríguez. Además, Caminero declaró que si todo va bien solo habrá como mucho un fichaje más, en lo que parece una referencia al intento de recuperar a Diego, que jugó cedido por el Wolfsburgo la pasada temporada. Aunque a los aficionados siempre les ilusione más oir hablar de nombres y futuros fichajes durante todo el verano, que tan pronto parezca que la plantilla colchonera esté definida casi al 100% es una extraordinaria noticia para este club, siempre acostumbrado a los vaivenes y la inestabilidad, a tener cada año casi medio equipo nuevo. Solo le faltaría aprobar una asignatura importante para asentar un equipo verdaderamente fuerte: la transparencia.

Si cualquier club en España es opaco en su gestión e intenciones y genera más rumores que noticias, más acentuada es esta situación en el Atleti. Como ejemplo, el verano anterior, cuando se dejó caer que el equipo iba a usar lo ganado en la venta de grandes jugadores para atenuar la deuda y a tirar de la cantera para completar los puestos disponibles en la plantilla, pero al final fue uno de los clubes que más gastaron en fichajes de la Liga (algunos tan extravagantes como Pizzi o Micael). Esa supuesta apuesta por la cantera que, por cierto, ha quedado definitivamente pospuesta este año con la venta de Domínguez para hacer caja.

Otro de los males endémicos de este club es la llamada bicefalia, entre Gil Marín y Cerezo no hay demasiado feeling y eso acaba significando que cada uno trate de meter la cuchara en los asuntos que conciernen al club a su manera, que cada uno vaya filtrando la información según le conviene o trate de ganar poder a su manera. En definitiva, no hay una voz clara que muestre el camino que va a seguir el Atlético porque no hay un camino, sino dos.

Simeone merece cierta libertad para diseñar el próximo año a su gusto, es un voto de confianza que le debe la afición, por la estabilidad que le dio al juego del equipo y al vestuario el pasado año, pero que sobre todo le deben desde el palco, por haber apaciguado a la afición rojiblanca, francamente harta de la gestión de sus dirigentes hasta el Cholo cogió el control. No es fe ciega, pero sí confianza ante alguien que ha demostrado saber hacer un buen trabajo. Aunque la venta de Domínguez haya resultado polémica, lo cierto es que para el entrenador no contaba demasiado y, a pesar de su juventud y el progreso que le queda por delante tal vez era más lógico hacer caja por él en lugar de tenerle en el banquillo.

Eso sí, en el Atlético nadie sabe con seguridad si necesita hacerse caja, si la situación económica está estabilizada, si lo que se ingrese será para deudas o para reforzar el equipo... no se sabe casi nada, solo se intuye. Y desde luego lo que se intuye son problemas. Con el título de la Europa League aun paseando por Neptuno ya solo se hablaba de que o se conseguía entrar en Champions o habría que desprenderse de Falcao, de quien, por cierto, nadie sabe muy bien si ya está pagado o no, si el 100% de su propiedad es del club o hay alguna sociedad intermedia, etc. A día de hoy la prioridad parece no venderle, quien sabe lo que pasará mañana. De igual manera, al acabar la temporada Diego parecía completamente perdido, incluso el fichaje de Emre sonaba a intento de sustituirle, pero ahora suena como ese último fichaje que apuntaba Caminero hace días. Otros nombres han sonado durante el verano como posibles salidas importantes (Adrián o Juanfran), son casos que deben resolverse pronto para no interferir en la calidad de la pretemporada.

Este Atlético de Madrid, actual campeón de la Europa League y quinto de la Liga, a un suspiro de entrar en Champions, está en un momento crucial, si aguanta a sus estrellas, aunque limite las incorporaciones y confía en las opiniones de Simeone podrá dar ese salto de calidad que le permita estabilizarse como equipo fiable y con una base fuerte. Para ser grande de verdad debería aclarar también sus vaivenes en los despachos, pero eso ya parece un mal fijado en los genes colchoneros.

sábado, 30 de junio de 2012

España se doctora en carácter

Quien pensara que ganar una Eurocopa era un paseo se equivocaba. Tal vez hay gente que no se acuerda ya de las competiciones anteriores a la Euro 2008 y de tantas veces que hemos caido sin alcanzar las semifinales. Ahora sabemos movernos en las alturas, como decía Luis Aragonés antes del Mundial de Alemania, estamos con los que ganan. Pero si hace cuatro años adquirimos ese gen ganador al proclamarnos campeones de Europa, en estas semifinales se ha demostrado un carácter de equipo grande de verdad. Se sobrevivió en un partido tenso, sin excesiva brillantez, y si se resolvió en una tanda de penaltis reuelta con casta y toda la confianza en la victoria, que es lo que mostró Casillas, que siempre está ahí cuando se le necesita, Cesc, que quiso volver a jugarse el penalti decisivo como hace cuatro años ante Italia y, sobre todo, Sergio Ramos, que deseaba resarcirse del penalti fallado en la semifinal de la Champions que tantas bromas provocó y lo hizo a lo grande, en otra semifinal y a lo Panenka.


Del Bosque sorprendió en el planteamiento inicial con la introducción de un nueve. Para añadir más elementos al debate generado durante toda la Eurocopa, en lugar de alinear como ariete a Torres, que venía siendo el habitual en el torneo, o a Llorente, que en el cruce con Portugal en el Mundial enloqueció a la defensa lusa, escogió al sevillista Negredo tratando de encontrar un camino intermedio entre ambos y, seguramente, al delantero que mejor puede conectar con los bajitos del mediocampo español.

Por lo demás, el planteamiento esperado, España a tener el balón, sin encontrar demasiada profundidad para atacar la portería portuguesa, y los de Paulo Bento a exhibir su superioridad física presionando, atascando la zona entre líneas para que España no creara y a salir al contraataque en cuanto les fuera posible. Ninguno de los dos equipos consiguió llevar a cabo su plan al completo, ni La Roja controló el balón y el ritmo del partido tanto como acostumbra, ni Portugal encontró la forma de salir al contraataque, con Almeida bien controlado por los centrales, Nani diluido en la persecución del correcaminos Jordi Alba (vaya partidazo y vaya Eurocopa del flamante nuevo fichaje del F.C. Barcelona) y Cristiano Ronaldo como único argumento real en ataque frenado entre Arbeloa y las múltiples y efectivas ayudas de cualquiera que pasara cerca de él.

Así fue pasando el primer tiempo, con oportunidades que entre ambos equipos podrían contarse con los dedos de una mano y mucha tensión, con Portugal protestando cada decisión arbitral, Coentrao y Reina discutiendo, pocas llegadas españolas al área, un par de disparos de Cristiano, Negredo luchador pero con poca presencia ante la superioridad física de Alves... en fin, lo esperado en una semifinal, nadie quiere exponer más de la cuenta. Lo más destacable, la seriedad defensiva de España (vaya pareja hacen Ramos y Piqué) y la asfixiante presión lusa liderada por el incansable Almeida.

Del Bosque hizo los cambios antes de lo que en él es habitual a la vista de que el plan Negredo no funcionaba demasiado bien y los portugueses nos asfixiaban. A los 8 minutos del segundo tiempo volvió el falso nueve con Fábregas entrando por Negredo, a los 14 trató de abrir el campo con Navas por un apagado Silva, pero aunque Iniesta y Busquets crecían en la medular a medida que el fuelle portugués no les daba para presionar tanto, seguía sin atisbarse la forma de batir a Rui Patricio. Un movimiento táctico de Paulo Bento mandó a Ronaldo al centro desplazando a Hugo Almeida a la izquierda. El madridista entró más en contacto con la pelota pero al recibir de espaldas fue más fácil de frenar para los defensas. Posibilitó con dejadas a la banda la llegada de Almeida, que dispuso de un par de disparos en posición de cierto peligro que salieron muy desviados. Dos faltas seguidas lanzadas por CR7 desde la frontal también encogieron el corazón de los españoles, pero sin peligro real.

El técnico portugués, poco amigo de los cambios, sacó en el minuto 80 a Oliveira por Almeida buscando refresco, ya que el sustituido llevaba un tremendo trabajo de presión realizado durante todo el partido. Esto mejoró la salida de balón de España y se notó en el juego. La salida de Pedro en el minuto 86 ahondó en la sensación de frescura de La Roja. Salió por Xavi, que entre el doble pivote, las defensas rivales y la línea de mediapuntas sin delantero que estire el campo, está emparedado y no consigue darle el ritmo que solo él sabe al juego del equipo.

Del Bosque sacrifica el vértigo de la profundidad que complemente en los últimos metros al toque del centro del campo en pos de la estabilidad y el control del juego, es una forma de defenderse con el balón, de esperar a que sea el rival quien se abra para entonces lanzarse a su yugular. Puede ser discutible y seguramente no es la versión más espectacular de La Roja en los últimos años, pero funciona: hemos recibido solo un gol en toda la Euro y estamos en la final. Además, es un plan coherente con nuestras características. Eso sí, tal vez no hubiera estado de más mantener a Negredo si iba a salir Navas, para que el sevillano no se sintiera tan solo al llegar a linea de fondo y levantar la cabeza, o para que las subidas de Jordi Alba y sus paredes en banda con Iniesta pudieran encontrar rematador. Otra opción hubiera sido que para abrir el campo se hubiera utilizado antes a Pedro que a Navas, el canario está más dotado para las diagonales y tiene más llegada al gol, lo que nos hubiera dado mayor sensación de peligro. Tengo la impresión de que los cambios fueron algo redundantes, se optó primero por las dos alternativas que se vienen utilizando durante todo el campeonato y solo en el tercer cambio dio entrada a quien necesitaba el partido.

En el último minuto de la segunda parte, la mejor ocasión de Portugal en el partido, Cristiano Ronaldo se plantó solo ante Casillas en una contra a la salida de un córner... pero mandó el balón a las nubes ante el suspiro de alivio de la afición española.

La prórroga fue para España, casi monográficamente. Portugal no encontraba salida, el doble pivote español y los centrales adelantaron líneas con buen criterio y asfixiaron a los lusos, que notaron mucho el bajón físico y la nueva profundidad del once hispano. Ni los cambios de Custodio y Varela por Veloso y Meireles, ambos fundidos, variaron la dinámica. Llegaron las ocasiones, especialmente una de Iniesta culminando una buena combinación por banda izquierda, donde Pedro y Jordi Alba se compenetraron a la perfección, pero Rui Patricio salvó milagrosamente a los suyos.

Cuando llegaron los penaltis, las caras de unos y otros denotaban que España estaba más curtida en partidos importantes que Portugal. La sensación cambió cuando Xabi Alonso, el especialista hispano, se encontró con el guante de Rui Patricio en su lanzamiento, pero Casillas no faltó a su cita con el milagro y detuvo también el primero de Portugal, lanzado por Moutinho. Después Iniesta y Piqué marcaron por España y Pepe y Nani por Portugal con penaltis bien lanzados. Lo que pareció una anécdota pudo ser al fin un hecho determinante. En el tercer penalti de Portugal se dirigió Alves a por el balón, pero cuando estaba apunto de colocar el balón en el punto, llegó Nani a pedirle que le dejara lanzar a él. Nani marcó, pero Alves tuvo que volverse atrás y seguir controlando sus nervios hasta el siguiente turno. Tras Nani, Ramos puso el puntito de arte de la noche convirtiendo sus ganas de protagonismo en carácter para lanzar un penalti tan decisivo a lo Panenka, no tan sutil como el de Pirlo ante Inglaterra pero igual de eficaz. Adiós a los fantasmas del fallo contra el Bayern de Munich, aunque a algún aficionado de La Roja casi se le sale el corazón por la boca. El cuarto de Portugal, Bruno Alves, el brusco central al que seguramente afectó que Nani le cambiara el turno, llegó al punto de penalti hecho un flan y mandó el balón al larguero. Como cuatro años antes contra Italia, Cesc Fábregas a por el quinto lanzamiento. En 2008 reconoció que nunca se habría imaginado lanzando ese penalti, ahora lo pidió él. Es el cambio que ha dado la selección española de entonces a ahora. Anotó Cesc un perfecto lanzamiento, raso, al palo y dentro. Se desata la locura española, una auténtica fiesta en Donestk. Cristiano se había quedado para hacer el quinto lanzamiento y ser el héroe, el centro de los focos, no tuvo opción, fue castigado por esas ganas de protagonismo.

España se mete en la final tras un torneo sin la brillantez que en los últimos tiempos ha llegado a mostrar, pero con un empaque, una personalidad y una seguridad defensiva digna de los mejores equipos de la historia. Estamos doctorados en carácter y acostumbrándonos a vencer, y eso es algo que, como la camiseta de la estrella perdura de generación en generación, se marca en el ADN de un equipo. Eso es, sin duda, una gran noticia para nuestro fútbol.

miércoles, 27 de junio de 2012

Por qué no me gusta Portugal

No me gusta Portugal, definitivamente. Ojo, no me gusta como rival de España en la Euro, como pais no tengo nada en su contra y no lo he visitado nunca. Tal vez solo sea el canguelo propio de que se acerque el partido pero sospecho que esta vez es algo más, el juego de Portugal me parece el estilo que más puede incomodar a La Roja.

No voy a caer en simplificar el tema en una identificación del juego de España con el del Barça y el de Portugal con el Real Madrid, aunque una comparación válida porque les mueve el mismo motor. La clave en España son los mediocampistas, el ritmo lo marcan Xavi e Iniesta, tanto en el Barça como en España. La clave y el compás en Portugal, como en el Real Madrid, es para Cristiano Ronaldo.

Todos los rivales de España en esta Eurocopa, a excepción de Irlanda tal vez, han formulado tácticamente su disposición en función de los de Del Bosque, y todos con la idea de reforzarse de mediocampo para atrás, atascando el juego de toque entre líneas de los nuestros y tratando de robar y salir rápido. A nadie le ha salido bien del todo a la vista de los resultados, pero tampoco mal del todo, ya que han conseguido contener en gran medida la combinación cercana al área de los nuestros. La trampa de Portugal para España es que ese juego que nos han intentado hacer los demás (a contraestilo) en el caso de los lusos es su libreto habitual.

Sin entrar a hacer un análisis en profundidad de los de Paulo Bento, tienen dos centrales (Pepe y Alves) rotundos, fuertes, rápidos, altos pero flexibles, atrevidos para abandonar la linea, pueden funcionar bien con un delantero fijo de referencia o con falsos nueves. Los laterales (Coentrao y Pereira) son correctos en ataque y defensa y saben donde estar en cada momento, difíciles de superar y peligrosos arriba. El trío del eje, con Veloso como escoba para impedir el movimiento entre líneas de los mediapuntas españoles, intentará cortocircuitar a los de Del Bosque. Le acompañan Meireles, un centrocampista muy completo y con llegada, de esos que se les llama ahora box to box (es decir, que juegan de área a área); y Moutinho, el auténtico organizador, el que tiene calidad para el pase a los de arriba. Lucharán de tu a tu con el doble pivote de Alonso y Busquets. Arriba, el peligro, sobre todo en las bandas, con Nani y Cristiano Ronaldo, la gran estrella. La idea de ataque de los portugueses será robar el balón y conectar rápido con ellos dos, será complicado para los laterales españoles atreverse a subir ya que las dos flechas lusas recibiendo a su espalda pueden ser letales. El ariete habitual, Helder Postiga, está lesionado. En su puesto estará Hugo Almeida, un gran cabeceador aunque algo tronco. Con la lesión del zaragocista Postiga se especuló con que  Cristiano jugará de delantero centro, hubiera sido buenísimo porque recibiendo de espaldas es mucho más controlable que en una banda, donde exhibe su potencia al máximo. Almeida no es más que un buen delantero, pero su entrada provoca que Ronaldo vaya a la banda, una pena para España.

Así es Portugal, un equipo inferior a España pero que tiene todo aquello que han buscado los anteriores rivales de los de Del Bosque para hacerles daño. El balón sobre el césped dictará sentencia.

lunes, 25 de junio de 2012

Ay, el biscotto

Viendo a Italia superar a Inglaterra en cuartos de la Eurocopa por penaltis, no puedo evitar recordar la posibilidad que se dio en el España - Croacia de haber pactado un empate que hubiera dejado fuera a los trasalpinos. El famoso biscotto o pasteleo que diríamos en castellano, que pudo ser y no fue, pero que hasta que finalice la competición flotará en el ambiente con sus defensores y sus detractores.

Siendo sincero, me pareció en su momento una opción la mar de tentadora poder dejar fuera a los italianos, que a pesar de evolución de la mentalidad española en las últimas competiciones, siguen siendo uno de esos equipos que nos acomplejan un poquito. No obstante, vi correctísima la decisión del equipo español de no dar lugar ni a la más mínima especulación y segar el tema antes de que despuntara.

Aparte del aspecto ético de la decisión, que es la faceta más clara e importante por el bien de la limpieza de la competición, también hay una serie de aspectos más prácticos que no lo hacían aconsejable. Eso sí, al no haberlo hecho, como nos crucemos con Italia en una hipotética final en la que pierda España, habrá muchas críticas por no haber pasteleado con Croacia la eliminación de los de Prandelli.

Se me viene a la mente un caso poco recordado de posibilidad de manejar un resultado para evitar un rival que no se hizo y salió mal. Fue en la Champions League 96/97, el Atlético de Madrid ganó en el último partido de la fase de grupos contra el polaco Widzew Lodz y consiguió el primer puesto de su grupo sobre el Borussia Dortmund. Muchas voces clamaron por dejarse empatar para ser segundo, ya que el primero cruzaba contra el Ajax, equipo puntero en Europa en esos momentos que había sufrido un bache en la liguilla que le había relegado a ese segundo puesto, mientras que el segundo se enfrentaba al Auxerre, equipo francés a priori más sencillo como rival, que había dado la sorpresa de quedar primero de su grupo. Finalmente, el Atleti fue a ganar y quedó primero de grupo. Pasó el parón invernal de la Champions League, llegaron con cuartos con el Ajax en mejor momento de juego y los rojiblancos cayerón. Mientras el Borussia Dortmund eliminaba con facilidad al débil Auxerre... y acababa la temporada proclamándose Campeón de Europa, nada menos.

Pero haber entrado en ese juego del biscotto nos habría marcado para todo el torneo. Hubiera sido un estigma para una selección que se caracteriza por jugar limpio e ir de cara. Además ¿y si fuera Croacia quien nos hubiera ganado esa hipotética final? Pues hubiéramos hecho el ridículo absoluto. Mejor sin biscotto.

Del milagro a la rutina en cuatro años

España recibía a Francia con la historia en contra. La estadística decía que nunca se había ganado a los galos en competición oficial, pero esta generación de La Roja no sabe de maldiciones ni de retos imposibles. Ya nos lo demostraron hace cuatro años, en la anterior Eurocopa, cuando se eliminó en cuartos a Italia en penaltis. Aquel día cambió la historia del fútbol español. Nunca pasábamos de cuartos, siempre nos ganaban los equipos grandes, había una serie de equipos históricos que parecían intocables en las grandes citas, que estaban acostumbrados a ganar y no les atenazaba la presión de las alturas, algo que sí le pasaba a España. Pero eso se acabó hace cuatro años.

Demostró Francia lo que ya sabíamos, que el rival a batir y el equipo grande es España, que los rivales ya no se atreven a hacer su juego ni a abrirse al ataque, ya se lo vimos hacer a Croacia, pero sorprende un poco más vérselo hacer a un equipo candidato al título como el francés.

Del Bosque optó por la opción del nueve falso con Fábregas por Torres como única modificación. Blanc opuso un mediocampo para provocar atascos, sin Nasri y con el trivote Mvila, Cabaye y Malouda, no demasiado defensivo, ya que dejó fuera a Aliou Diarra, el más peleón de los que podrían jugar en el centro. Mvila es un medio fuerte pero con capacidad creativa, Cabaye y Malouda (cuyos mejores años pasaron ya y que está aportando en este campeonato poco más que experiencia) buscaban la llegada arriba en segunda línea, pero nada de eso funcionó. La idea del partido del once del gallo era esa, atascar el juego de España adelantando la defensa (más aun al no estar Mexés y al jugar España sin delantero de referencia que empujara a la defensa rival), robar y salir lo más rápido posible, conectar con Benzema y Ribery y que esperaran el apoyo de Malouda y Cabaye ¿que falló? Pues que la premisa primera, la de robar el balón a España, es casi imposible.

La Roja salió a lo de siempre, pero con un aire de manejo absoluto del partido, de confianza total en que todo va a acabar saliendo bien, que nos confirma como equipo grande, de esos que no tienen que hacer nada extraordinario para llevarse los partidos. España tocó y tocó, monopolizó el balón, supo cortar bien cualquier intento de salida de Francia, con el doble pivote funcionando correctamente en el trabajo sucio, y fue cansando al combinado galo, desesperándolos, sacándolos del partido. Se puede volver al reproche de otros partidos, faltó profundidad o llegada de alguien con más instinto, ya que Silva, Iniesta o Xavi no parecen gran opción para colgarles un centro, pero el plan está siendo este, doblegar la resistencia del rival a base de marearle tocando el balón, jugar con paciencia hasta que el rival trata de abrirse y arriesga, entonces, Del Bosque saca los cuchillos. Mención de honor merece la defensa española, buena presión de los que juegan arriba, que impide que los rivales saquen el balón limpio, buen trabajo de Alonso y, sobre todo, Busquets para barrer en la zona ancha y cubrir las subidas de los laterales, y gran desempeño de Piqué  y Sergio Ramos, serios, rápidos y fuertes. Sin errores, que es lo mejor que se le pueden decir a dos centrales. Además, por si todo lo demás falla, Casillas, no hay más que hablar.

A los 19 minutos, Jordi Alba (excepcional su partido de ayer y una de las revelaciones del torneo), superó a Debuchy, que jugó más adelantado de lo habitual con Reveillere por detrás para cubrir las subidas del valencianista, oteó el horizonte con calma y vio llegar a Xabi Alonso al segundo palo, excepcional el tolosarra en su decisión de ocupar ese espacio y preciso a la hora de colocar con la cabeza el balón al contrapié del guardameta Lloris, gol y demostración de su mejor cualidad como futbolista: la perfecta lectura del juego. Ya antes de esta jugada solo España había mostrado algo e incluso se había reclamado un más que posible penalti sobre Fábregas.

El primer tiempo se fue desde entonces en larguísimas posesiones de España, sin encontrar demasiado la profundidad ni asustar en exceso a Lloris pero, sobre todo, sin que los de Blanc llegaran a las inmediaciones de Casillas, que tan solo tuvo que esforzarse al filo del descanso en un lejanísimo lanzamiento de falta de Cabaye que buscó la escuadra, pero que el capitán deshizo con sencillez. Apenas llegaron un par de balones a Benzema y Ribery, pero la defensa estuvo atenta para impedir que generaran peligro real.

El segundo tiempo arrancó diferente, con los mejores minutos de los bleus, que adelantaron la defensa aprovechando el exceso de toque horizontal de los españoles y que ni Silva ni Iniesta encontraban el hueco para desbordar. Los únicos que encontraban el camino eran Arbeloa y, sobre todo, Alba, pero al no haber rematador para sus subidas éstas resultaban estériles. Sin apenas peligro, Francia dio otra sensación, tal vez tan solo fruto de la necesidad, España no llegó a temblar, pero Blanc se decidió en el minuto 64 a cambiar su alineación a una configuración más ofensiva, más habitual en su equipo, con la salida de Nasri y Menez por Malouda y Debuchy. De inmediato Del Bosque contestó metiendo profundidad al equipo español con la salida de Pedro, para quien la situación del partido parecía perfecta, y Torres, que arrastraría a la defensa e impediría que se volcaran sobre campo de ataque.

Aportaron más los cambios del combinado español que los del francés, al no tener la pelota su equipo, Nasri no pudo mostrar ni una pincelada del arte que atesora, mientras que a Menez le vino el partido grande y Jordi Alba se lo comió en los pocos minutos de los que dispuso. Cuando más tarde entró Giroud como delantero alto, tampoco pudo inquietar a Piqué o Ramos. España mientras sí consiguió lo que Del Bosque pretendía, Torres inquieto a Rami y Koscielny aunque estuvo acelerado y poco acertado a la hora de crear ocasiones, mientras, la profundidad de Pedro por la izquierda, que, en compañía de Alba desquiciaron a Revelliere y a Menez (que apenas ayudó a su lateral) provocó algunas llegadas de peligro que terminaron de demostrar la superioridad del equipo español. Pero si en un momento fue clave Pedrito fue al provocar el penalti francés en el último minuto tras una bella jugada de desborde en la que rompió espectacularmente la cintura de Rami. Alonso convirtió el 2 a 0, su segundo gol del día, y celebró a lo grande su partido 100 con la selección.

Un partido sin gran ritmo ni profundidad, pero con un dominio del juego por parte de España escandaloso. La Roja no necesitó más de lo que hizo para llevarnos de forma casi rutinaria a las semifinales de la Eurocopa, a un lugar donde hace cuatro años nos pareció un milagro llegar. Gracias a este maravilloso grupo de jugadores por acostumbrarnos tan mal.

Ahora, el último escollo antes de la final será Portugal. Un equipo peligroso, inferior a España, pero acostumbrado a jugar a aquello que todos le juegan a los campeones del mundo, defender, robar y salir muy rápido. Un equipo muy fuerte atrás y, sobre todo con un argumento ofensivo clave: Cristiano Ronaldo, bien acompañado por Nani. Seguramente necesitará España dar algo más que lo ofrecido hasta ahora para alcanzar la final, pero este equipo es perfectamente capaz de eso.