sábado, 20 de noviembre de 2010

UN ESCENARIO DESCONOCIDO PARA ESPAÑA

La selección española da una sensación de resaca postmundialista que asusta un poco. Los dos equipos potentes a los que nos hemos enfrentado después de levantar la Copa, Argentina y Portugal, nos han endosado cuatro goles. De acuerdo en que esto no nos quita lo bailado, son nada más que amistosos y el gol de Iniesta sigue en nuestras retinas como demostración fehaciente de nuestro logro futbolístico más glorioso.

Aunque lo que refleja la historia son los grandes torneos, estos amistosos generan un ambiente y una tendencia que suele acabar teniendo sus reflejos cuando hay algo en juego. No será lo mismo encontrarse por ejemplo con Portugal en la próxima Eurocopa después de los cuatro goles del otro día, por no hablar de la opinión que de La Roja quedó en Argentina después del 4 a 1. Pero no solo ellos, cualquier otra selección con cierto potencial a la que nos enfrentemos va a sentirse capacitada para repetir las gestas de Argentina y Portugal, y no todos los días se gana a un Campeón del Mundo.

La España de Del Bosque debe entender que desde el 11 de Julio no es un equipo más, sino el equipo a batir, con lo que esto significa, que cada partido sea más importante para nuestro rival que para nosotros. Toca descubrir si nuestro seleccionador está a la altura y sabe transmitir esa ambición a los jugadores, ese respeto al logro conseguido el pasado verano, esa necesidad de mantener la excelencia, de representar la superioridad de un estilo. Sin todo eso, el brillo de la Copa del Mundo se desvanecerá pronto.

Finalicemos con una reflexión sencilla: pongámonos en el lugar de un aficionado al fútbol de otro país, si ve que al Campeón del Mundo le meten cuatro en un partido, tal vez pensaría que es casualidad, pero si la siguiente vez que juega contra un rival potente le cae otra goleada ¿Qué pensaría de ese Campeón?... Inquietante ¿verdad?

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