miércoles, 7 de septiembre de 2011

XAVI, EL MARISCAL EN TIEMPOS DE PAZ


En su partido internacional número 103, la Roja ha conseguido su clasificación matemática para la Eurocopa del próximo verano. Él es Xavi Hernández, el mayor representante de la época más dorada de nuestro fútbol, el máximo embajador del toque y, probablemente, el mediocampista con más claridad para el pase del planeta fútbol actual.


Apareció en el fútbol como el más claro continuador de Guardiola, pero, tras formar parte de la generación Campeona del Mundo sub 20 y ganar una plata olímpica en Sidney, pasó por unos años de cierta indefinición, con los mismos vaivenes en su rendimiento que sufrió su propio equipo, el F.C. Barcelona a principios de siglo. Fue la llegada de Rijkaard al banquillo y su apuesta por la vuelta al fútbol de toque promulgado en los años del "Cruyffismo" lo que le consagró como timón del equipo y, como consecuencia, de la selección. Desde entonces, su palmarés ha ido engrosándose a la par que su prestigio, tanto en el ámbito colectivo (llegando a ser campeón del Mundo tanto de clubes como de selecciones) como en el individual (mejor jugador de la Eurocopa o tercero en el último Balón de Oro). Ahora mismo es una referencia clara para todo el fútbol mundial de lo que debe ser un mediocentro.
No tiene imagen ni características futbolísticas propias de superestrella del fútbol, no es un gran goleador, no es un portento físico ni un gran regateador; es un tipo normal, que sigue tratando de salir a pasear por las calles de su Terrassa natal escondido detrás de una gorra y unas gafas de sol, pero que una vez en el campo es capaz de ver el partido y todos los movimientos que le rodean a cámara lenta. Como los grandes ajedrecistas, parece capaz de procesar miles de jugadas por segundo para tomar siempre la mejor decisión y, con la precisión de un cirujano, poner el balón donde sus compañeros lo necesiten. Un mariscal del fútbol pausado, inteligente, que va de la cabeza a los pies, donde se piensa antes de ejecutar. Un futbolista de los que habitualmente solo los iniciados saben degustar, pero que con constancia y saber hacer ha sabido llegar a cualquier paladar, siendo el principal culpable de que la escuela del fútbol de toque, en la que el balón se mueve más que los jugadores, sea la envidia del mundo.
Ahora que te has convertido en el jugador de campo con más partidos internacionales, felicidades Xavi, y gracias.

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