viernes, 16 de diciembre de 2011

La carpa del circo es roja y blanca

Usaron medios de discutible legalidad para hacerse con el club, lo han desestabilizado desde todos los puntos de vista, año tras año salen y entran jugadores y entrenadores a puñados sin un plan claro, sin duda, la gestión de los Gil y Cerezo al frente del Atlético de Madrid ha convertido a uno de los equipos históricamente más fuertes de España en un circo donde se mezcla la ineptitud de sus dirigentes con la incapacidad de crear un proyecto deportivo que dé el salto de ilusionante a efectivo.

El Atleti vive en un estado de crisis permanente por la opacidad e indeterminación de sus dirigentes. Sin un proyecto deportivo, con constantes cambios en todos los niveles de la organización y, para colmo, con una cohabitación en el poder cada vez más tensa entre Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo. La afición, el gran valor de este club, los únicos que tienen claro lo que quieren, hace mucho tiempo que les dió la espalda y convierten su impaciencia en enfado contra jugadores o entrenador al mínimo traspié, hartos de que la directiva no dé el definitivo paso a un lado que se les exige.

Últimamente, este circo está dando dos espectáculos: el primero viene de lejos, es el asunto del nuevo estadio; el segundo es la mala imagen deportiva del equipo, que mezcla buenos partidos con absolutas debacles.

Cualquier equipo estaría de enhorabuena ante la perspectiva de la construcción de un nuevo estadio, pero entre la lógica nostalgia por la desaparición del Manzanares y la gran desconfianza en sus mandatarios, hasta este asunto está resultando turbio. En el Atlético los dirigentes siempre hablan de la deuda del club como si ellos no tuvieran ninguna responsabilidad. Así, se empezó a hablar del cambio de estadio como una posibilidad de acabar con esa deuda sin tener que recurrir a la venta de estrellas. Falso. Desde entonces han salido jugadores - bandera como Torres, De Gea o Agüero (todos ellos en busca de retos más acordes con su calidad que los que les ofrecía el Atleti) sin que con ello se haya "indultado" al Calderón o se haya aliviado la famosa deuda.

Con el tiempo, la supuesta rentabilidad económica del cambio de terrenos con el Ayuntamiento entre el solar del Calderón y la "Peineta", quedó en una operación a coste cero en la que el Atlético pagaba por el nuevo estadio lo que el Ayuntamiento daba por el feudo rojiblanco actual. Todo ello con una terrible falta de transparencia en cada acuerdo alcanzado entre ambas instituciones. Además, en caso de celebrarse en Madrid una Olimpiada, los colchoneros tendrán que abandonar su casa durante un largo e indeterminado periodo ¿Dónde jugarían entonces? ¿Alguien se cree que van a construir en la tan anunciada como inexistente Ciudad Deportiva de Alcorcón un segundo estadio con capacidad suficiente para albergar el número de abonados del club? ¿Será la solución pagar por compartir el Bernabéu y por eso no se atreven a reconocerlo? Tal vez así Florentino podría explicarle a Cerezo cómo sacar beneficio de una negociación con el Consistorio.

En el ámbito deportivo sufren los rigores derivados de una pretemporada convulsa. Se tardó en vender a jugadores que todo el mundo sabía que iban a salir, se fichó a última hora, caro, efectista, a la carrera y sin seguir un criterio marcado, ya que ni el director deportivo (Caminero), ni el entrenador (Manzano) fueron la primera opción. Además, algunos de los fichajes fueron herencia del director deportivo saliente, García Pitarch.

Desde el principio nadie creyó demasiado en Manzano y éste no supo centrar al equipo en un plan de juego ni una alineación fija. Jugadores importantes como Arda, Diego y Falcao no hicieron pretemporada, lo cual no ayudó al míster jienense.

Pero la guinda fue el partido contra el Espanyol, donde ni se vió un planteamiento táctico robusto por parte de Manzano ni los jugadores "comparecieron" en el campo, tal vez tanto uno como los otros sabían que el técnico estaba sentenciado y que solo es cuestión de tiempo el cambio en el banquillo ¿Tiene entonces sentido que no haya sido ya cesado si está decidido que se marche? ¿No es una pérdida de tiempo absurda?

Son cosas que solo en el Atleti se pueden entender.

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